Esta proviene del Evangelio y deriva, también, de la gente que nos rodea, de la realidad a través de la que Dios nos habla: los problemas que tenemos, el cariño que sentimos, los planes que ponemos en marcha para que venga el Reino y a través de los cuales realizamos nuestra vocación...
LECTURAS Y COMENTARIO (Justino)
José
Antonio Pagola: Jesús es la puerta.
Jesús propone a un grupo de fariseos un
relato metafórico en el que critica con dureza a los dirigentes religiosos de
Israel.
Anáfora: La puerta y el pastor.
Jesús es la puerta para llegar a Dios y el modelo de entrega a los demás.
4ª Semana Pascual (12 al 18 de mayo):
Consejos para tener una buena vida resucitada (2): Hacer ejercicio
La buena alimentación es imprescindible para alimentar nuestra vida resucitada. Pero para mantenernos a punto también es preciso hacer ejercicio. La vida cristiana entendida, pues, como «deporte»: un maratón (¡Maran atha!, «el Señor viene») que tiene por único entrenador a Cristo (DOMINGO: «Mis ovejas escuchan mi voz»), sin hacer caso de otras sugerencias (LUNES: «A un extraño no lo seguirán») ni de otros ejemplos de quienes no son «de sus ovejas» (MARTES). Una carrera limpia, a plena luz del día (MIÉRCOLES: «No andará en tinieblas»); y un mundo entero para caminar (JUEVES: «Ellos se fueron a predicar por todas partes»), con la verdad y la vida por delante (VIERNES: «Yo soy camino, verdad y vida»), que nos llevarán sin duda a la meta (SÁBADO: «Quien me ve a mí, ve al Padre»).
¿Nos apuntamos a una carrera deportiva organizada por Jesús, nuestro entrenador? No vamos a mantener una vida sana sin ejercicio, aunque se trate de ejercicios «espirituales». Esta semana nos proporcionará temas para esta reflexión tan «deportiva».
Consejos para tener una buena vida resucitada (2): Hacer ejercicio
La buena alimentación es imprescindible para alimentar nuestra vida resucitada. Pero para mantenernos a punto también es preciso hacer ejercicio. La vida cristiana entendida, pues, como «deporte»: un maratón (¡Maran atha!, «el Señor viene») que tiene por único entrenador a Cristo (DOMINGO: «Mis ovejas escuchan mi voz»), sin hacer caso de otras sugerencias (LUNES: «A un extraño no lo seguirán») ni de otros ejemplos de quienes no son «de sus ovejas» (MARTES). Una carrera limpia, a plena luz del día (MIÉRCOLES: «No andará en tinieblas»); y un mundo entero para caminar (JUEVES: «Ellos se fueron a predicar por todas partes»), con la verdad y la vida por delante (VIERNES: «Yo soy camino, verdad y vida»), que nos llevarán sin duda a la meta (SÁBADO: «Quien me ve a mí, ve al Padre»).
¿Nos apuntamos a una carrera deportiva organizada por Jesús, nuestro entrenador? No vamos a mantener una vida sana sin ejercicio, aunque se trate de ejercicios «espirituales». Esta semana nos proporcionará temas para esta reflexión tan «deportiva».
1. En un pueblo de cultura agraria, como lo fue Israel, los rebaños y sus pastores tuvieron siempre una notable importancia práctica y una significación simbólica. El titulo de"Pastor" se aplica con frecuencia a Dios, como el Pastor fiel que cuida del pueblo. Por el contrano, los reyes y gobemantes son denunciados por los profetas como pastores infieles, egoistas y perversos. Impresona leer el capitulo 34 de Ezequlel o las diatribas de Jeremias (2, 8; 3, 15; 10, 21, etc).
2. Jesús se define a si mismo como el "Pastor bueno". El contraste no es el pastor sino el "mercenario". La diferencia está en que el "bueno" se define por la ausencia absoluta de interés, hasta el extremo de que, si es preciso, se deja quitar la vida, con tal que las ovejas no se vean amenazadas, en peligro, divididas o dispersas. Lo mas opuesto a él es un "mercenario", al que Jesús califica como un "asalariado". Cuando en el pastoreo, como figura simbólica, entran los intereses del dinero, el sueldo, el cargo, el ascenso, el buen nombre, la buena imagen que se tiene ante la gente, ya tenemos un "mercenario", que puede estar en formación, en ascenso o en altos cargos de mucha responsabilidad. Ese, aunque ni se dé cuenta de lo que hace, lo que en realidad hace es "estragos". Porque lo que le importa no son las ovejas, sino otras cosas.
3. En tiempo de Jesús, los pastores tenían mala fama. El oficio de pastor estaba en las listas de "oficios despreciados" porque tenían fama de tramposos y ladrones (J. Jeremias). El contraste es Jesús, que considera a las ovejas como algo tan suyo, que por ellas se deja la vida. Es más, también siente como suyas las "otras ovejas" que llenan el ancho mundo.
2. Jesús se define a si mismo como el "Pastor bueno". El contraste no es el pastor sino el "mercenario". La diferencia está en que el "bueno" se define por la ausencia absoluta de interés, hasta el extremo de que, si es preciso, se deja quitar la vida, con tal que las ovejas no se vean amenazadas, en peligro, divididas o dispersas. Lo mas opuesto a él es un "mercenario", al que Jesús califica como un "asalariado". Cuando en el pastoreo, como figura simbólica, entran los intereses del dinero, el sueldo, el cargo, el ascenso, el buen nombre, la buena imagen que se tiene ante la gente, ya tenemos un "mercenario", que puede estar en formación, en ascenso o en altos cargos de mucha responsabilidad. Ese, aunque ni se dé cuenta de lo que hace, lo que en realidad hace es "estragos". Porque lo que le importa no son las ovejas, sino otras cosas.
3. En tiempo de Jesús, los pastores tenían mala fama. El oficio de pastor estaba en las listas de "oficios despreciados" porque tenían fama de tramposos y ladrones (J. Jeremias). El contraste es Jesús, que considera a las ovejas como algo tan suyo, que por ellas se deja la vida. Es más, también siente como suyas las "otras ovejas" que llenan el ancho mundo.
El evangelio nos trae apenas cuatro versículos de uno de los capítulos más elaborados de Juan. Nada de palabras directas de Jesús, ni siquiera de palabras históricas, sino pura teología joánica, en un contexto cultural y filosófico muy determinado. Leerlas, tomarlas, escucharlas en directo, sin filtros, como si fueran palabras de nuestro mismo contexto, y dichas por Jesús mismo... sería un error.
a) Los pastores en la Iglesia. En ésta, como en toda comunidad humana, siempre ha habido un rol de dirigencia y/o de organización; todos los que ejercen algún “ministerio” (servicio) o alguna autoridad son de alguna manera “pastores” de los demás. Esa labor “pastoral”, lógicamente, ha de tomar ejemplo de las características del “buen pastor” Jesús: que no se sirve de las ovejas, sino que da la vida por ellas.
b) Las vocaciones al ministerio pastoral. Se ha escogido este domingo en muchos países para la celebración de la “Jornada mundial de oración por las vocaciones”, lo cual es muy bueno, con tal de que no se dé la impresión de que “las vocaciones” son sólo las sacerdotales o a la vida religiosa, y se aclare que «todos tenemos vocación», y que «todas las vocaciones son importantes», también la laical (y mucho), y que «para cada uno, la mejor vocación es la suya». Lo pastoral, por lo demás, no debe ser identificado como sacerdotal: todos estamos llamados a ser “pastores” de otros: en la familia, en el vecindario, en la comunidad humana... todos podemos asumir responsabilidad sobre nuestros hermanos, especialmente los más débiles, o los que está solos o necesitados, todos podemos/debemos ser pastores unos de otros.
c) Jesús, “el” buen pastor y el pastor universal. De hecho, en el evangelio de Juan el tema no es la bondad del pastor Jesús, sino su autenticidad, frente a otros “pastores” o mediadores divinos, que serían falsos... Algo así como el tema de la “unicidad” de Jesús como salvador. ¿Jesús es el “pastor único de nuestras almas”? ¿”No hay otro nombre” en el que podamos ser salvos? (Hch 4,12). Es el tema del pluralismo religioso, y la relectura del cristianismo entero que esa nueva visión teológica exige. No es un tema para cualquier auditorio, pero sí es un tema que debería estar presente en la cabeza de todo el que hable al pueblo sobre «el» buen Pastor Jesús, aunque no vaya a tocar el tema explícitamente. El amor y el entusiasmo espiritual no justifican el decir muchas cosas que no son tan ciertas, que ya no debemos seguir diciendo.
Para la revisión de vida
A casi todos Dios nos ha concedido una parcela de vida de la que debemos cuidar. ¿Soy “buen pastor” de las personas que tengo a mi cargo o bajo mi dependencia (en la familia, en el trabajo o desempleo, en mis relaciones sociales...)?
- ¿Cómo vemos la organización ministerial de la Iglesia en la actualidad? ¿Qué problemas tiene? ¿Qué “nuevos” ministerios necesitaríamos en nuestra comunidad, en el ambiente donde vivimos?
Para la oración de los fieles
- Para que la comunidad cristiana mundial se abra hoy a los nuevos "gentiles", los hombres y mujeres de tantas otras religiones que también buscan a Dios; para que afrontemos decididamente el tema y la práctica del diálogo interreligioso, roguemos al Señor...
- Por todos los que ejercen en las comunidades cristianas un ministerio “pastoral”, de atención a los demás; para que lo hagan como ejercicio del amor que sirve y se entrega, y nunca como un ejercicio de poder o dominio...
- Para que la comunidad cristiana revise y adecúe los ministerios eclesiales a la situación del mundo actual, así como la comunidad cristiana primitiva tuvo creatividad para ordenarlos según sus necesidades y las exigencias de la evangelización de entonces...
- Para que sean muchos los y las jóvenes que descubran el llamado de Dios a entregar su vida al servicio de la comunidad, y para que las comunidades encuentren cauces adecuados de pastoral vocacional...
- Para que la mujer alcance en la Iglesia el puesto que le corresponde...
- Por nuestros pequeños círculos de los que cada uno de nosotros somos pastores de las personas que están a nuestro cargo: hijos, ancianos, enfermos, alumnos... roguemos al Señor...
Oración comunitaria
Dios Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo Jesús como Buen Pastor que dio su vida por las ovejas: te pedimos nos des muchos pastores según tu corazón, para que, animados por el ejemplo de Jesús, conduzcan a tu pueblo con decisión por los nuevos caminos que los tiempos actuales requieren. Por J.N.S.
A casi todos Dios nos ha concedido una parcela de vida de la que debemos cuidar. ¿Soy “buen pastor” de las personas que tengo a mi cargo o bajo mi dependencia (en la familia, en el trabajo o desempleo, en mis relaciones sociales...)?
- ¿Cómo vemos la organización ministerial de la Iglesia en la actualidad? ¿Qué problemas tiene? ¿Qué “nuevos” ministerios necesitaríamos en nuestra comunidad, en el ambiente donde vivimos?
Para la oración de los fieles
- Para que la comunidad cristiana mundial se abra hoy a los nuevos "gentiles", los hombres y mujeres de tantas otras religiones que también buscan a Dios; para que afrontemos decididamente el tema y la práctica del diálogo interreligioso, roguemos al Señor...
- Por todos los que ejercen en las comunidades cristianas un ministerio “pastoral”, de atención a los demás; para que lo hagan como ejercicio del amor que sirve y se entrega, y nunca como un ejercicio de poder o dominio...
- Para que la comunidad cristiana revise y adecúe los ministerios eclesiales a la situación del mundo actual, así como la comunidad cristiana primitiva tuvo creatividad para ordenarlos según sus necesidades y las exigencias de la evangelización de entonces...
- Para que sean muchos los y las jóvenes que descubran el llamado de Dios a entregar su vida al servicio de la comunidad, y para que las comunidades encuentren cauces adecuados de pastoral vocacional...
- Para que la mujer alcance en la Iglesia el puesto que le corresponde...
- Por nuestros pequeños círculos de los que cada uno de nosotros somos pastores de las personas que están a nuestro cargo: hijos, ancianos, enfermos, alumnos... roguemos al Señor...
Oración comunitaria
Dios Padre nuestro, que enviaste a tu Hijo Jesús como Buen Pastor que dio su vida por las ovejas: te pedimos nos des muchos pastores según tu corazón, para que, animados por el ejemplo de Jesús, conduzcan a tu pueblo con decisión por los nuevos caminos que los tiempos actuales requieren. Por J.N.S.
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