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LECTURAS Y COMENTARIO
Jn 7 1-30 EVANGELIO EN AUDIO
Preparación: Viernes de Cuaresma. Miren el árbol de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo. Dispongo mi corazón para acoger tu Palabra, que cura y salva. Lectura: La lectura del Antiguo Testamento pone de relieve una dinámica antigua y actual: los justos resultan incómodos en medio de una sociedad no creyente y, por tanto, hay que eliminarlos: “nos resulta incómodo, se opone a nuestras acciones...”; la conclusión es directa: “lo condenaremos a muerte ignominiosa”.
Jesús es figura e imagen del justo que resulta incómodo y cuyo testimonio se quiere silenciar. Los profetas siempre resultan insoportables porque ponen al descubierto nuestras incoherencias y nuestros juegos de manipulación. Aunque las excusas son variadas para no creer en Jesús, Él grita valientemente su identidad: “yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz”. Meditación: Ser perseguido por causa de la fe puede ocurrir a cualquiera en cualquier lugar del mundo. Puede que no estemos amenazados de muerte, pero rápidamente se nos quiere desacreditar, ridiculizar o, sencillamente, ignorar. Basta con no seguir el discurso “políticamente correcto” de ciertos poderes sociales y mediáticos.
Nos hace falta, en ocasiones, valentía para proclamar con “claridad y firmeza” nuestra fe en Cristo. Esta fe no es abstracta, sino que encuentra su concreción en el esfuerzo comprometido de la búsqueda del bien común y la construcción de una sociedad más justa y solidaria, particularmente con las esferas más vulnerables.
Oración: Te damos gracias, Señor, porque tu Palabra desenmascara nuestra incredulidad y nuestra debilidad. Danos la fuerza para vivir con decisión radical, para caminar hacia la cruz, que es meta de amor y salvación. Que tu Pascua pueda ser luz para todos los que andan por el camino de la indiferencia.
Contemplación: Por la fuerza de la cruz, el mundo es juzgado como reo y el crucificado exaltado como juez poderoso (Prefacio I de la Pasión).
Acción: Hoy rezo el viacrucis con especial atención en la primera estación, donde Jesús es juzgado y condenado.
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