4ª semana de cuaresma - jueves

Una hermosa peli de mediados del siglo pasado, para DISFRUTARLA, PADRES Y CHICOS, en este tiempo de CUARESMA-CUARENTENA

Siglo XIX. Después de una larga guerra, un bebé es abandonado a la puerta de un convento de frailes franciscanos que intentan, sin éxito, buscarle una familia.  Pasan los años, y aunque el niño vive feliz entre los monjes, no puede dejar de añorar a su madre. Marcelino se hace amigo de un Cristo crucificado que hay en el desván del convento: habla con él y le sube de la cocina pan, vino y otros víveres que puede encontrar.
Premios: 1955: Festival de Cannes: Mención especial (niño actor: Pablito Calvo). Premio OCIC 1955: Festival de Berlín: Oso de Plata. Reseña en WIKIPEDIA
https://www.dropbox.com/s/qx9obt2nqvjbnjr/Marcelino%20pan%20y%20vino%20%5Bremasterizada%201955%5D.avi?dl=0

Jn 5 31-47 EVANGELIO EN AUDIO

LECTURAS Y COMENTARIO


https://1drv.ms/v/s!AtJ34qKKy9BcjUzi74_o9lEQdWZu?e=j6N1zkOtra peli para VER EN FAMILIA.
Excelente versión  en ANIMACIÓN  de laVida de Jesús, y respetuosa de los textos evangélicos.   


Preparación: Abro mi corazón al testimonio de Jesús corroborado en las Escrituras. Moisés aparece hoy como nexo de las dos lecturas y como figura de Cristo Jesús. Moisés intercede por su pueblo y Jesús camina hacia la Cruz para ser el gran Mediador entre Dios y los hombres.

Lectura: Sabemos que el evangelio de Juan está plan-teado como un gran proceso judicial. Hoy cobra relieve de manera particular este juicio entre la luz y las tinieblas, entre Cristo y sus enemigos. Jesús presenta un doble testimonio: el de sus propias obras y el de las escrituras. Sus obras no podrían ser posibles si no fueran apoyadas por su padre celestial, en cuyo nombre ha venido al mundo. Y las escrituras, a partir de Moisés, hablan a favor de Jesús y de su misión. Pero si los jefes de los judíos no creen lo que Moisés escribió, ¿cómo van a creer lo que dice Jesús?

Meditación:
Jesús tuvo que aguantar la increencia de sus contemporáneos. Nosotros vivimos también en un mundo de gran increencia. Podemos replegarnos o afrontarlo, sabiendo que todos los tiempos son “recios” para la fe. A nosotros nos toca trabajar firmemente en la personalización de la fe, en la consolidación de la comunión eclesial y en la apertura misericordiosa, como si de un “hospital de campaña” se tratase, a quienes vienen heridos. Solo así nos convertiremos en legítimos intercesores. ¿Somos defensores del pueblo de Dios, de la Iglesia concreta, de nuestra comunidad, de nuestra familia o de nuestros jóvenes?

Oración:
Concédenos, Señor, creer firmemente en medio de la increencia de este mundo. Danos tu amor y tu verdad para que ellas se manifiesten en nosotros como testimonio de tu presencia y de tu cercanía a los más vulnerables de nuestra sociedad.

Contemplación:
Acuérdate de nosotros, Señor, por amor a tu pueblo.

Acción:
El Credo es un elemento cuaresmal importan-te (traditio Symboli). Hoy lo puedo rezar de manera contemplativa y pensar cómo transmitirlo en medio de mis ambientes.

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