4° domingo de cuaresma

  

 SANTA MISA en video

LITURGIA DE LA PALABRA y homilía Justino en AUDIO

Preparación: Nos disponemos para celebrar la Domenica laetare, el domingo que anticipa la luz y la alegría pascual. Creo, Señor, pero aumenta mi fe. Sé luz en mi camino.

Lectura: Es ciego desde el momento de nacer. Ni él ni sus padres han tenido culpa alguna, pero su destino que-dará marcado para siempre. La mirada de la sociedad lo ve como un pecador castigado por Dios.
    Jesús rechaza el
prejuicio y lo mira de manera diferente. No lo condena. No lo excluye. No lo abandona. No pasa de largo. Desde que lo ha visto, solo piensa en rescatarlo de aquella vida des-graciada de mendigo, despreciado por todos como pecador. Él se siente llamado por Dios a defender, acoger y cu-rar precisamente a los que viven excluidos y humillados. 

Meditación:
El encuentro con Jesús transforma la vida. Tropezarse con el Señor cambia la existencia radicalmente. El ciego despierta a la fe, recupera la vista y contem-pla la luz por primera vez. Como el ciego de nacimiento, también nosotros necesitamos que Jesús nos envíe a lavar nuestros ojos en las aguas de “El Enviado”. Sólo Él nos hará ver con claridad y fortalecerá nuestra vida cristiana.  

Oración: Señor, tú has venido para darnos la Luz de Dios. Quiero confesar mis cegueras y mis miopías y dejar-me curar para salir de la oscuridad del pecado y entrar en tu luz maravillosa. Que ella me guíe por el camino de la vida para poder ser también luz en medio de mis contemporá-neos, muchas veces cegados por el orgullo y la mentira.

Contemplación:
“Cristo es la luz de los pueblos. Por ello este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo, desea ardientemente iluminar a todos los hombres, anun-ciando el Evangelio a toda criatura (cf. Mc 16,15) con la claridad de Cristo, que resplandece sobre la faz de la Iglesia” (LG 1).

Acción:
Reavivemos el don del bautismo. Encendamos un cirio en casa que nos recuerde nuestra condición de criaturas iluminadas por la fe y llamadas a poner de luz.
Vicky Irigaray: Que veamos. Tenemos necesidad de recobrar la vista, hacernos hijos e hijas y ser testigos de la luz.
Anáfora: Responsabilidad. Dios no hace milagros, pero nosotros sí podemos y debemos hacerlos.
Salomé Arricibita: Con las manos llenas de vida. Sifrá y Puá, parteras judías que se negaron a obedecer al faraón y matar a los niños hebreos que nacían, poniendo en riesgo su propia vida, seguramente. Así lo cuenta el Éxodo. Así somos, así nos hizo Dios, porque somos imagen suya, capaces de dar lo mejor de nosotros en situaciones de amenaza o de muerte. Gracias, a todos los que con sus manos llenas de vida, nos ayudan en este "parto largo y difícil" que nos toca vivir y que seguro que alumbrará Vida más pronto que tarde, con la ayuda responsable de todos. Seamos como Sifrá y Puá, como Dios mismo... a favor de lo frágil, lo vulnerable... la Vida misma. Ya está aquí la primavera... Un abrazo a todos.

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Nada te turbe. Taizé. Para esos momentos difíciles, en que parece que nos perdemos, ésta hermosa canción, puede darnos paz y confianza, calmando la angustia del corazón.
Equipo Quiero Ver: Ver para creer. Jesús ayuda al ciego de nacimiento a ver...profundamente, a creer. Pero abre muchos más ojos. mirar la vida con los ojos del corazón. Es una mirada atenta y trascendente, honda. Que des-cubre la realidad: oscura, injusta, excluyente... llena de empobrecidos que merecen el amor del Padre y Madre Dios, los primeros.
Qué podemos aprender. Texto Francesca Morelli. ¡¡¡Vivamos con esperanza y aceptación, estos tiempos difíciles, de los que saldremos con amor, compasión y preocupándonos los unos de los otros!!!

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