3º domingo de cuaresma

Católicos y luteranos: juntos, llaman a Europa para ayudar a refugiados

Los obispos católicos y luteranos de Escandinavia, a una sola voz, piden a Europa que ayude a los refugiados. La declaración conjunta ha sido publicada por la Federación Luterana ...

Miércoles 18 de 19 a 20,15 en la Parroquia S.M. del Carmen: RETIRO CUARESMAL con nuestro Obispo GABRIEL
LITURGIA DE LA PALABRA en mp3 (Justino)

Preparación: “Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío” (Sal 41). Hoy me dispongo a hacer mi oración con este sentimiento.
Lectura: El encuentro entre Jesús y la mujer tiene lugar mientras el Maestro atravesaba Samaria, región entre Judea y Galilea, habitada por gente que los judíos despreciaban, considerándoles cismáticos y heréticos. A través del símbolo del agua y del encuentro con la Samaritana Dios nos transmite un mensaje siempre vivo y actual: Dios tiene sed de nuestra fe y quiere que encontremos en él la fuente de nuestra auténtica felicidad. Con una “intranscendente petición” (“dame de beber”), en una jornada calurosa, se pone en marcha un camino interior que hace surgir algo más profundo: la necesidad innata de Dios que hay en toda persona y de la salvación que sólo Él puede colmar.  

Meditación: “Aquel que pedía de beber, tenía sed de la fe de aquella mujer” (san Agustín). Se trata de una sed de infinito que solamente puede saciar el agua que ofrece Jesús, el agua viva del Espíritu. El diálogo entre Jesús y la samaritana puede ser el itinerario espiritual de cada uno de nosotros o de cada comunidad cristiana. Somos llamados al encuentro auténtico con Jesús para después profesar con fuerza nuestra fe, anunciarla con la palabra y testimoniarla con la vida. Dejémonos conquistar el corazón para que nuestra existencia se transforme y podamos comunicar la buena nueva a nuestros hermanos. 

Oración: Señor Jesús, al pedir agua a la samaritana, ya habías infundido en ella la gracia de la fe; quisiste estar sediento de su fe para encender en ella el fuego del amor divino; enciende en nosotros la sed de Dios para caminar en tu voluntad durante este tiempo cuaresmal.  

Contemplación: La sed de Cristo en el pozo de Sicar culmina en el grito de la cruz: “tengo sed”.  

Acción: Hoy es un día para recordar y renovar nuestro bautismo. Podemos recitar las promesas bautismales.

No al décimo año de atrocidades en Siria

 

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