25 de marzo - Fiesta de la Anunciación del Señor


Aprender de María a dar el SALTO DE LA FE
En un pequeño y despreciado pueblo de Palestina...
 

San Romero de América
ASESINADO el 24 de marzo de 1980
Homilía de Justino en el DÍA DE LA MEMORIA (2019)

En cuarentena... pero PODEMOS VIAJAR!!! 

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Reflexiones del P. MAMERTO MENAPACE
Preparación: “El Verbo se hizo carne para que de esta forma la carne participe del Verbo”. “Por ti se hizo Cristo temporal, para que tú seas eterno”. Estas frases de san Agustín sintetizan bien el misterio que hoy celebramos. 

Lectura:
En medio de la Cuaresma pareciera que esta fiesta viene a romper la dinámica que traemos. Nada más lejano. La identidad profunda de Jesús, que provoca los enfrentamientos con los judíos y le va a llevar a la cruz, es la que le presenta Gabriel a María en este pasaje, que los líderes religiosos son incapaces de aceptar. Los misterios de la Encarnación y la Redención son inseparables.  


Meditación:
Frente a la idea de un Dios lejano que nos ha dejado solos y al que no interesan las cuestiones humanas, se nos presenta una verdad muy diferente: Dios se ha querido “mezclar” con la humanidad. Nicolás Cabasilas (s. XIV) afirmaba: “Los hombres se distinguen de Dios por tres cosas: por su naturaleza, por su pecado y por su muerte. Pero el Redentor hizo que desaparecieran los obstáculos que impiden una relación directa entre Dios y los hombres. Para ello eliminó uno a uno dichos obstáculos: el primero, asumiendo la naturaleza humana; el segundo, muriendo en la cruz; el tercero, desterrando por completo de la naturaleza humana la tiranía de la muerte al resucitar”. El Verbo de Dios se encarnó y murió en la cruz por nosotros y por nuestra salvación. 


Oración: Derrama, Señor, tu gracia sobre nuestros corazones y para que quienes hemos conocido, por el anuncio del Ángel, la Encarnación de tu Hijo, por su Pasión y su Cruz alcancemos la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Contemplación: Al contemplar a Jesucristo en la cruz, descubrimos hasta dónde llega el amor de Dios y la grandeza de la Encarnación.

Acción: Hoy podíamos pensar en hacer algún “ejercicio de anuncio” de la fe por medio de nuestras palabras, nuestras acciones, nuestro testimonio. 

 

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