Aprender de María a dar el SALTO DE LA FEEn un pequeño y despreciado pueblo de Palestina... |
San Romero de América ASESINADO el 24 de marzo de 1980 |
En cuarentena... pero PODEMOS VIAJAR!!!
Más sobre Nazaret
Reflexiones del P. MAMERTO MENAPACE |
Lectura: En medio de la Cuaresma pareciera que esta fiesta viene a romper la dinámica que traemos. Nada más lejano. La identidad profunda de Jesús, que provoca los enfrentamientos con los judíos y le va a llevar a la cruz, es la que le presenta Gabriel a María en este pasaje, que los líderes religiosos son incapaces de aceptar. Los misterios de la Encarnación y la Redención son inseparables.
Meditación: Frente a la idea de un Dios lejano que nos ha dejado solos y al que no interesan las cuestiones humanas, se nos presenta una verdad muy diferente: Dios se ha querido “mezclar” con la humanidad. Nicolás Cabasilas (s. XIV) afirmaba: “Los hombres se distinguen de Dios por tres cosas: por su naturaleza, por su pecado y por su muerte. Pero el Redentor hizo que desaparecieran los obstáculos que impiden una relación directa entre Dios y los hombres. Para ello eliminó uno a uno dichos obstáculos: el primero, asumiendo la naturaleza humana; el segundo, muriendo en la cruz; el tercero, desterrando por completo de la naturaleza humana la tiranía de la muerte al resucitar”. El Verbo de Dios se encarnó y murió en la cruz por nosotros y por nuestra salvación.
Oración: Derrama, Señor, tu gracia sobre nuestros corazones y para que quienes hemos conocido, por el anuncio del Ángel, la Encarnación de tu Hijo, por su Pasión y su Cruz alcancemos la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Contemplación: Al contemplar a Jesucristo en la cruz, descubrimos hasta dónde llega el amor de Dios y la grandeza de la Encarnación.
Acción: Hoy podíamos pensar en hacer algún “ejercicio de anuncio” de la fe por medio de nuestras palabras, nuestras acciones, nuestro testimonio.
Comentarios
Publicar un comentario