6ª semana durante el año - viernes

Marcos 8,34 - 9,1 EVANGELIO EN AUDIO
    1. El Imperio Romano controlaba con tanto esmero como fuerza sus dominios. Por eso las legiones de Roma se empleaban a fondo para mantener sujetos y sumisos a los pueblos en los que mandaban. Se sabe que, en tiempo de Jesús, el hecho de morir colgado en una cruz era una posibilidad, más aún una probabilidad, para las gentes que vivían sometidas por Roma, sobre todo en los territorios dominados por el Imperio y en los que el malestar social y los agitadores subversivos provocaban movimientos de masas insatisfechas bajo el yugo imperial. Es conocido el dicho de Epicteto: 'Si quieres ser crucificado, espera, y vendrá la cruz': Cosa nada extraña en la Palestina de entonces, en la que"hacía mucho tiempo que los judíos conocían las ejecuciones en cruz practicadas por el poder militar romano". Vivir en la Galilea de entonces era peligroso, sobre todo para un profeta itinerante que atraía a las multitudes.
   2. Jesús afirma que, para seguirle, es necesario que cada uno "renuncie a sí mismo'y "cargue con su cruz': Esta afirmación entraña un peligro: interpretar esta propuesta de Jesús como un llamamiento a asumir una vida de sufrimiento. Una forma de vida, basada en la mentalidad según la cual lo humano "es enemigo de lo divino" .Y una fe centrada en un Dios que necesita sufrimiento y sangre para perdonar los pecados (Heb 9, 22). Por eso es necesario tener muy claro que el sufrimiento, por sí mismo, no solo es inútil, sino que sobre todo es la cosa que más desagrada a Dios. Es verdad que hay sufrimientos que son inevitables. En esos casos, saber aceptar la situación, soportarla y ver en ella una ocasión para abrir el corazón a la comprensión, ala bondad son actitudes que nos enriquecen y nos humanizan. El dolor es humano. Y Jesús fue un ser humano.
   3. En todo caso, lo mejor es tener siempre muy claro por qué mataron a Jesús en una cruz. Tal forma de morir tuvo unas causas y unos ejecutores. Aquello no fue un hecho inevitable. Jesús lo tuvo que soportar como consecuencia de su conducta. Jesús fue un hombre libre frente a la religión establecida y frente al sistema dominante. Su libertad no fue una manifestación de rebeldía sin causa. La libertad de Jesús fue una libertad al servicio de la misericordia. A Jesús lo mataron porque antepuso la felicidad de las personas a todo lo demás, incluidas las amenazas de la religión. Y las crueldades de los legionarios romanos.
   Tener esa actitud en la vida ante el dolor de los demás, eso es cargar con la cruz. 

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