Jesús instruye a sus apóstoles sobre la misión. En primer
lugar, en salida “vayan y anuncien” la buena noticia a toda la Comunidad. Quería
una iglesia misionera, una iglesia en salida, como lo ha dicho recientemente el
Papa Francisco. La fe está unida al bautismo. Quien cree se sumerge en el agua
que significa la vida (misión) de Cristo Jesús. Y la misión de Jesús es que
“todos los seres humanos tengamos una vida abundante”. Por eso, el que rechaza
el proyecto de Jesús, está rechazando la posibilidad de dignificación de los
hermanos más pobres. A los que se adhieren al plan de Jesús les acompañarán
señales muy concretas para vencer al mal. Estarán capacitados para comunicar
vida y esperanza a todos los oprimidos por las estructuras de pecado y de
muerte. Tengamos la plena confianza de que si actuamos en nombre de Jesús él nos
acompaña y nos dará el valor para vencer el mal con la fuerza del amor, la
justicia y la bondad.
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