Vigilia de Navidad

Vivamos esta Navidad  de JESUS en familia y con amor
Con María y José pidamos la bendición y la paz de Dios en el nuevo año que comienza
Comunidad parroquial de la  MEDALLA MILAGROSA
martes   24 – a las 20  
MISA DE NOCHEBUENA
miércoles   25 – a las 20     MISA DE NAVIDAD
Sábado 28 y Domingo 29 –  a las 20   MISA DE LA SAGRADA FAMILIA
Miércoles 1° de enero a las 20 SANTA MARIA MADRE DE DIOS Jornada muncial de oración por la PAZ
 

MISA DE NOCHEBUENA EN AUDIO (lecturas y comentario de Justino y Cecilia)
  En la dimensión concreta de la historicidad, ya sabemos: no tenemos ninguna noticia histórica de la fecha del nacimiento de Jesús. El 25 de diciembre fue tomado de la fiesta romana del nacimiento del Sol, pues a partir de ese día –hoy sabemos que no exactamente– comienza a aumentar el tiempo de insolación (en el hemisferio norte, obviamente, y locontrario en el sur); el Sol en estos días superaba su período anterior invernal, de muerte y disminución. Si a Jesús se le llamaba «el Sol de Justicia», qué mejor fecha para datar su nacimiento que el día del re-nacimiento del Sol astronómico, que en el mundo romano era considerado divino.
  Puede ser interesante tener la curiosidad de examinar la letra de algunos de los «villancicos» tradicionales más comunes. Podrá observarse que en muchos casos su letra, en verdad, es teológicamente pobre, y a veces, racionalmente insostenible. «¡Pero funciona!», es decir: en el sentimiento religioso, la racionalidad no es lo decisivo... Lo religioso es pluridimensional; es también afectivo, estético, fruitivo, contemplativo... y sí, claro, también intelectual y racional, pero no sólo, ni fundamentalmente.
   Pero hoy, día de Navidad, manda el Niño Jesús, y el niño que llevamos dentro cada uno de nosotros. Démosles libertad completa.
  1. En la "noche buena", que nos evoca tantos recuerdos y esperanzas, los cristianos celebramos un acontecimiento que nos tendría que causar asombro: DIOS SE HACE PRESENTE EN LA HISTORIA HUMANA. Pero lo más sobrecogedor no es el acontecimiento, sino  cómo se realizó. Dios no vino al mundo en el centro del mundo (ni en Roma, ni en Atenas, ni en Jerusalén. ni en la montaña más alta del mundo...). Nada de eso. Dios apareció EN LO MARGINAL DE NUESTRO MUNDO. En un pueblo, en el establo de un pueblo. en un sitio que no era sitio para nadie, entre animales y acompañado por los "nadies" de la sociedad humana. El relato. que nos cuenta esto, es eso,un mero relato. Pero un relato pensado para hacernos pensar. Para obligamos a revisar nuestros criterios, nuestra forma de ver la vida y de entender el mundo y su historia.
   2. Nosotros vemos el mundo y la vida desde la importancia. Y desde la posesión. Se nos ha enseñado -y lo hemos integrado en nuestras vidas- que lo más grande y lo que más influye en el mundo y en la vida es ser importantes y tener (dinero, títulos, posesiones, influencias...). Asi, el honor y el dinero se han constituido en los pilares que sostienen nuestras aspiraciones, nuestros proyectos, nuestras luchas y afanes. Pero, en realidad, ya tendríamos que haber aprendido que. con todo eso. lo que conseguimos es conflicto, violencia, soledad, alejamiento. Para acabar deshumanizándonos más y más cada dia. El 'poder" y el dinero  son nuestra ruina. Porque nos arruinan.
    Dios. en Jesús. entra en la historia de los humanos. para que nos humanicemos. Y la lección magistral del comienzo de su curso, universal y eterno, la pronunció Jesús, en la "universidad de lo humano", poniendo su cátedra en una cueva, en un establo, en un pesebre, entre ignorantes y gentes de muy dudosa fama, que eso eran los pastores en aquella cultura y en aquel tiempo. 
   3. ¡Genial! Asi fue la lección inaugural de la cátedra que puso Jesús de Nazaret en nuestra tierra de fantoches y monigotes de la vanidad, la hipocresía, la mentira, la apariencia y el disimulo barato. Que -ya lo estamos viendo- lleva a donde hemos llegado. Al destrozo de cuanto cae en nuestras manos.Y hay que decirlo así. 
   Cuando vemos que estamos acercándonos peligrosamente al destrozo del planeta, para quedarnos sin agua. sin aire limpio, sin la belleza de nuestros montes, ríos y praderas. Sin la hermosura de las miradas limpias y los rostros de alegría, bondad y ternura, Jesús viene. trayéndonos a Dios. Para
enseñamos cómo tenemos que recuperar el encanto y la esperanza de los lejanos tiempos en que los humanos, a fuerza de humanidad y bondad, dejaron de ser "pre-humanos" Y empezaron a quererse en la más entrañable humanidad. 

 

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