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Obispos argentinos en contra del protocolo ILE para legalizar el aborto
“Construir una Bolivia unida, en el Dios de la vida”: mensaje de paz de los Obispos
LECTURAS, COMENTARIO Y ORACIONES1. Si Juan Bautista envió a dos de sus discípulos a preguntar a Jesús si él era "el que tenía que venir", eso quiere decir que hasta Juan se quedó desconcertado cuando se enteró de lo que hacía Jesús. Lo que a Juan le desconcertaba no era lo que Jesús decía, sino lo que hacía, o sea sus "obras", no sus "palabras". Las "obras" se "ven"; las "palabras" se "oyen". Y sin embargo, el Evangelio nos dice que lo que llama la atención de la gente es lo que cada uno hace, no lo que cada cual dice.
En los ambientes eclesiásticos, se habla mucho, se predica mucho; y en lo que se habla y se predica, se dicen cosas sublimes. Pero al mismo tiempo lo que ocurre con frecuencia es que se hacen cosas vergonzosas y lo mejor es ocultarlas. Hablar es fácil. Lo de Jesús es vivir de tal forma que lo que hacemos lleve a la gente a pensar, obligue a preguntarse, nos haga a todos reflexionar sobre nuestra forma de vivir.
2. ¿Por qué el desconcierto de Juan? Porque él esperaba un Mesías justiciero, amenazante, castigador, para todos los pecadores, los descaminados, los incrédulos, etc. Esto es lo que Juan había dicho a la gente en sus sermones junto al río Jordán. Pero resulta que Jesús, en vez de hacer eso, se dedicó a curar enfermos, acoger a publicanos y pecadores, comer con los pobres, aliviar penas y sufrimientos... Juan no se esperaba un Mesías así. Juan tenía su esperanza puesta en un Mesías que luchara contra el pecado. Pero Jesús luchó contra el sufrimiento. Así, Jesús modificó la religión. Le dio otra orientación al plan de Dios. Y anunció un Reinado de Dios basado en lo humano, más que en lo religioso. Esto es lo que no le cabía en su cabeza a Juan.
Y sobre todo, ¿qué hacía para que sus obras fueran la prueba de que él era la solución y la salvación? El argumento clave que Jesús da, la prueba que él aporta, no es de carácter sagrado, ni espiritual, ni sobrenatural, ni religioso. Es algo humano, muy humano: aliviar penas, dar vida, felicidad y buenas noticias.
No nos entra en la cabeza que la solución no está en los discursos, los argumentos, las teorías y los dogmas. Solo la vida es digna de fe, como solo el amor merece ser creído. Una obra tan simple como poner buena cara en ciertos momentos, una sonrisa de acogida, un silencio oportuno, una mirada de ternura, una conversación de escucha y sin prisas, reconocer que uno se ha equivocado... esas "obras" son salvación y esperanza.
3. Lo más chocante, en este evangelio, es que Jesús termina diciendo a los mensajeros de Juan: "Dichoso el que no se escandalice de mi". Pero, ¿cómo es posible que "hacer felices a los que sufren" sea una cosa que "escandalice"? Porque hay teólogos y catequistas que van diciendo que el sufrimiento es un regalo divino. Como hay confesores que enseñan que la enfermedad y el dolor nos acercan a Dios. Los que piensan así, están persuadidos de que la misión de los "representantes de Dios" no es "dar felicidad y vida", sino "exigir paciencia y esperanza en la otra vida".
Por eso hay gente que se escandaliza cuando oye decir que Dios está presente en la alegría de vivir, en la felicidad del cariño humano, en el gozo de sentirse bien. Jesús nos avisa que hay que estar en guardia frente a los "escándalos" de esos insoportables "santurrones".
Puerto San Julián (Santa Cruz) (AICA): El domingo 8 de diciembre, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, se inauguró el sitio web de los 500 años de la primera misa en territorio argentino. La comunidad
de Puerto San Julián de la diócesis de Río Gallegos aguarda el 1º de
abril de 2020, para celebrar este acontecimiento que lleva por lema ¨Se
acercó y sigue caminando con nosotros¨.
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