Fiesta de Cristo Rey

Que se alegren los pobres, los sencillos, la gente de buen corazón; los inmigrantes que no pueden comprarle una bici a su hijo; aquellos que tienen síndrome de Down; quienes tienen el carisma de las lágrimas; los que fueron echados de la Iglesia por gritar «libertad»; aquellos que adelgazaron sirviendo a los hambrientos; los que no fueron amados ni besados suficientemente; las que dieron cariño sin preguntar «¿qué vas a hacer mañana?»; los limpios de corazón; las viejas que amaron a su gato más que a todas las cosas...
                 Porque llega un cielo nuevo y una tierra nueva, donde Jesús será rey.
Y donde, por tanto, reinará la misericordia, la justicia, la belleza, la honradez, el perdón de las ofensas, la amistad y el amor amor, los vivos, los pacíficos y los que tienen hambre y sed de justicia.
                 Esta es nuestra esperanza, inmensa pero creíble, porque ya hubo quien pasó por la tierra haciendo el bien.
   Con esta esperanza firme vivimos y, sobre todo, actuamos. Guiados por el «heroico furor» de que los hombres no sufran y sean felices.
                 Hasta que Dios, felicidad y plenitud de los hombres y las mujeres, sea todo en todos.
                 Amén.
                
Temas relacionados para la semana:
                 1. El estilo de «reinar» de Jesús. ¿En qué consiste que Cristo «reine»? Peligros de un tipo de reinado demasiado parecido a ciertos reinados. Los equívocos de una fiesta.
                 2. Los primeros en el Reino. Los (y las) que nos precederán. Los que lo poseen ya por nacimiento. Los que se hacen violencia para conquistarlo. Según usted, ¿qué méritos hay que tener para que le concedan a uno la ciudadanía del Reino de los cielos?
                 3. La estrella radiante de la mañana. Esforcémonos por descubrir cosas, personas, estilos, lugares… de los que podamos decir ya: «Aquí reina Dios, por aquí está ya amaneciendo su reino». Brotes verdes en el mundo, pero también en nuestro barrio.
                 4. Alfa y Omega. Jesús, como centro de nuestra existencia, de todo lo que pensamos, sentimos y hacemos. Confirmemos la centralidad de su mensaje en nuestras vidas. El propósito de leer y releer sin pausa su Evangelio, sus palabras, sus parábolas, sus hechos, su forma de pensar, sentir y hacer.
                 5. Morir para reinar. Reflexión sobre el inevitable final de nuestras vidas terrenales. Superación del miedo por la confianza en lo que creemos. Acceso a la plenitud de una vida total a cuya plenitud terrenal le hemos dedicado nuestra vida. Descansar en el seno de Dios.
                 6. Alegría, alegría, lágrimas de alegría. La alegría de ser de Cristo. La alegría de vivir con otros en la comunidad de Jesús, precursora del Reino¡Saquen un vino, que esto hay que celebrarlo!

Lecturas y HOMILÍA (mp3 Justino)
LECTURAS, ORACIONES Y COMENTARIO

NOVENA (24/11) Oración inicialEn el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Contemplando tu venerada imagen, ¡Virgen de la Medalla Milagrosa!, alabo a Dios por el misterio de tu Concepción inmaculada, y te elijo, desde ahora y para siempre, como Madre, abogada, intercesora ante el Amor divino, reina y señora de todas mis acciones.
Yo te prometo, Virgen purísima, no olvidarte jamás, y promover tu amor y el de tu Hijo Jesucristo en los que me rodean. Madre tierna, desde este momento, acepto ser tu hijo, sé para mí Modelo y refugio en esta vida, y sostén a la hora de la muerte. Amén.
¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Vos!
DÍA SÉPTIMO: “JESÚS TRIUNFÓ DEL PECADO”
Jesús en su vida escuchó muchas cosas contra Él, contra su Misión, como: “¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”. Le querían mal porque le gustaba convivir con aquellos que los demás consideraban pecadores y excluidos del amor de Dios:
“no he venido a salvar a los justos, sino a los pecadores”, decía.
Los pecadores, querían vivir de otra manera cuando escuchaban:
“Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no peques más”.
La Virgen, es la llena de gracia porque siempre respondió positivamente a Dios y porque nunca dejó vivir en ella el pecado. Es INMACULADA. Este don de María, está muy presente en la Medalla Milagrosa. Así escribe Santa Catalina:
Se formó un cuadro alrededor de la Santísima Virgen, un poco ovalado, donde había en torno estas palabras escritas en letras de oro: “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Vos”.
En la Medalla vemos que María pisa con su pie a la serpiente, símbolo del Diablo. Nosotros, también fuimos llenos de gracia cuando nos bautizaron.
Sabemos que Dios nunca nos rechaza aunque hayamos pecado. Siempre nos ofrece su perdón. En la Iglesia tenemos certeza de recibirlo con el Sacramento de la Reconciliación.
Y en cada Eucaristía Jesús nos fortalece con su Espíritu para vencer toda tentación y hacer reinar a Dios en nuestra vida y en todo el mundo.
Oracion final
• Después de lo que hemos escuchado y meditado, ¿por qué podemos dar gracias?.
¿Qué es lo que queremos pedir a Dios por intercesión de la Virgen de la Medalla Milagrosa …?
Todo lo que hemos pedido por intercesión de la Virgen se lo pedimos a Dios con la oración que Jesucristo nos enseñó: PADRE NUESTRO
Y terminamos con esta oración de bendición:
Que el Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna”. 

El Papa: “Esto es lo que Asia puede donar al Occidente”

 



 

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