Novena para rezar cada día en casa (del 18
al 26)
Oración
inicial:
En el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Contemplando tu
venerada imagen, ¡Virgen de la Medalla Milagrosa!, alabo a Dios por
el misterio de tu Concepción inmaculada, y te elijo, desde ahora y
para siempre, como Madre, abogada, intercesora ante el Amor divino,
reina y señora de todas mis acciones.
Yo te prometo,
Virgen purísima, no olvidarte jamás, y promover tu amor y el de tu
Hijo Jesucristo en los que me rodean. Madre tierna,desde este
momento, acepto ser tu hijo,sé para mí Modelo y refugio en esta
vida,y sostén a la hora de la muerte. Amén.
¡Oh
María, sin pecado concebida,ruega por nosotros que recurrimos a Vos!
PRIMER
DIA. Reunidos en familia, comenzamos hoy la Novena en
honor a nuestra Madre la Virgen de la Medalla Milagrosa. En
nuestra oración de todos los días vamos a recordar algunas escenas
de la vida de Jesús y María y también aquello que Santa Catalina
Labouré, la monjita que contempló a la Virgen en 1830 en su
convento de París, Francia, vio y sintió.
•
Hoy somos invitados a reflexionar sobre “NUESTRO DESEO DE DIOS”.
Es la máxima aspiración humana. Todos buscamos, aun sin darnos
cuenta, un SENTIDO para nuestra vida. Buscamos de muchas maneras
saciar este HAMBRE ESPIRITUAL.
Pero solo en Jesús
encontramos el CAMINO, la VERDAD y la VIDA…
Unos extranjeros,
con el deseo de acercarse a Jesús, dijeron a los apóstoles Felipe y
Andrés: “queremos ver al Señor”. Los mismos apóstoles, antes
de la muerte de Jesús, le dirán: “muéstranos al Padre y nos
basta”.
Santa
Catalina tenía muchas ganas de ver a la Virgen.
El 18 de julio se
acostó pensando que la iba a ver: “Me
acosté con el pensamiento de que esa misma noche vería a mi buena
Madre. Al cabo me dormí…Por fin, a las once y media de la noche,
oí que me llamaban por mi nombre: ”Hermana, Hermana”.
Me desperté y miré hacia donde escuchaba la voz. Descorrí la
cortina y ví a un niño como de cuatro a cinco años que me decía:
“Venga a la capilla...
la Virgen la está esperando”. Catalina deseó ver a
la Virgen y se le concedió.
¿Queremos
nosotros VER a Jesús, CONOCER a Jesús, SEGUIR a Jesús?
Oracion
final
• Después de
lo que hemos escuchado y meditado, ¿por qué podemos dar gracias?.
•¿Qué es lo
que queremos pedir a Dios por intercesión de la Virgen de la Medalla
Milagrosa …?
Todo lo que hemos
pedido por intercesión de la Virgen se lo pedimos a Dios con la
oración que Jesucristo nos enseñó:PADRE NUESTRO …
Y
terminamos con esta oración de bendición:
“Que
el Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna”.
El evangelista
presenta al ciego que se encuentra a la vera del camino de Jericó en
contraste con los discípulos, que no han logrado entender el anuncio
de la pasión que se presenta en los versículos precedentes (Lc
18,31-34). Este ciego anónimo es un creyente. Aun sin poder ver a
Jesús, lo reconoce como el Hijo de David, como el Mesías. Y los
discípulos, que llevan un tiempo siguiendo a Jesús, no son capaces
de entender su misión.
Cuántas veces
vemos sido como este ciego a la orilla del camino. Sintiendo el
rechazo de la sociedad… brota desde el fondo de nuestras entrañas
el grito de auxilio: “¡ten piedad de mí!”… y llega la palabra
llena de misericordia: “¿Qué te pasa? ¿Qué necesitas? ¿Cómo
te puedo ayudar?”
¿Somos capaces
de reconocer en la respuesta de quienes nos ayudan la voz amorosa de
Jesús? ¿Hoy, quiénes son los verdaderos ciegos? ¿Las personas con
discapacidad visual o los que tenemos todos nuestros sentidos, pero
no somos capaces de “ver” lo que pasa a nuestro alrededor?
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