Sábado 12 y domingo 13: COLECTA PARA LAS MISIONES
Que hayamos llegado a ser buenas personas (con todos los «peros» que
se quiera), ¿ha sido fruto solo de nuestra formación religiosa? ¿Quién
más ha intervenido en ello (otras personas, ambientes, hechos…)?
Y
es que la gracia de Dios nos llega por donde Él quiere. Dios no pide
permiso a nadie para actuar como lo hace. Otra de las miopías de nuestra
madre Iglesia ha consistido en creerse la única distribuidora de
gracias. La experiencia lo desmiente mil veces cada día.
Afortunadamente,
no tenemos que elegir entre Dios y el universo: para nosotros, Dios es
más grande que el universo, y su búsqueda y disfrute pasan por cuanto de
mejor, más bello, más verdadero y más justo encontramos en la vida.
Es
el momento de darles las gracias. Y también a Dios, que colocó en
nuestro camino, con providencia paterna, todo lo que nos constituye.
1. Lecciones de lengua extranjera. ¿Qué
lecciones de vida nos dan los extraños a la Iglesia? ¿Qué lecciones
aprendemos de los inmigrantes que llegan a nuestro pais y a los que casi
nunca damos las gracias por nada?
2. Literatura del siglo XX y cristianismo.
Era el título de una gran obra en la que Charles Moeller fue rastreando
las huellas del Evangelio en los grandes literatos del momento. Una
invitación a hacer lo mismo ahora. Y también con los cineastas, los
músicos, los artistas plásticos…
3. Muchas lepras. ¿De qué nos cura Jesús? Hay que saberlo para volver a agradecérselo, como el samaritano.
4. Y muchas gracias. ¿Cómo
damos las gracias? Perderle el miedo a la alegría, a la música, a la
danza, a los gritos entusiastas… Y dar gracias en privado y en público,
en solitario y en comunidad
5. Ver el bosque.
Decía también Marguerite Yourcenar: «L’Église me cachait la forêt», es
decir, «la Iglesia (reductora, chiquita) me impedía ver el gran bosque
en su totalidad». ¿Acaso no nos hapasado alguna vez lo mismo? ¿No nos ha impedido nuestrapertenencia a la Iglesia abrirnos, recibir y experimentar cosas?
6. El hermano sol. Leer una vez más, despacito y saboreándolo, el Cántico de las criaturas, de Francisco de Asís (sabiendo que cuando Francisco daba gracias por el sol, estaba ya prácticamente ciego. Y aun así…).
Lecturas y catequesis en audio (Justino)
Comentarios
Publicar un comentario