23º domingo durante el año-ciclo C

LECTURAS Y COMENTARIO EN AUDIO
     Quien elige lo insignificante no puede aspirar luego a ser importante. Ser discípulo de quien no tenía donde reclinar su cabeza nunca proporcionará almohadas confortables.
Esa es la cruz, la parte dura de una elección que, por lo demás, no deja de tener —incluso en sus peores momentos— la hermosura de lo pequeño.
Nuestra fe nos dice que apostar por Jesús es hacerlo por la vida en plenitud. Quiere decir que todas las «cruces» que nos vengan como consecuencia de esa elección serán cosas que no merecía la pena tener en comparación con la vida que ahora disfrutamos.
      De alguna manera, hay cosas que ya las habíamos intuido: ser y tener resultan incompatibles; los importantes no se relacionan entre sí de la misma forma que la gente sencilla; la paz del alma no casa con el poder; demasiados potentes padecen del corazón, etc.
      Es decir, nadie niega que el seguimiento de Jesús nos traiga cruces; pero los cristianos afirmamos que en ese seguimiento no hay cruz que no desemboque en resurrección.

Temas relacionados para la semana:

1. Fracasados. El mundo ve como fracasados a los que eligen cierto tipo de vida. ¿Quiénes son para nosotros los fracasados?
2. Cuesta poco y vale mucho. Ayudémonos (en comunidad mejor) a descubrir el valor de lo sencillo, de lo gratuito. Y profundicemos en estos contravalores.
3. Otras cruces. La piedad tradicional recomendaba salir por ahí en busca de cruces. Pero no hay que buscarlas: vienen ellas solas en cuanto uno sigue a Jesús y sus valores.
4. Menos fijos en los crucifijos. La cruz cristiana es solo un paso hacia la gloria. No somos «cruzados», sino cristianos, gente de la resurrección. Empecemos a desconfiar de esa omnipresencia de la cruz en nuestros templos (y de la teología morbosa que conlleva).
Para la oración de los fieles
- Para que los hombres y mujeres se comprometan a vivir ya desde ahora los valores del Reino, roguemos al Señor...
- Por todas las organizaciones populares que buscan la vida de sus comunidades, para que en este esfuerzo logren superar los conflictos que esto conlleva...
- Para que nuestra comunidad cristiana acepte desde el discernimiento las exigencias del seguimiento de Jesús...
- Para que cada vez más tengamos siempre presente la problemática de la crisis ecológica, que compromete el bienestar no sólo nuestro, de los humanos, sino de toda la comunidad de la vida, y de las próximas generaciones...
Oración comunitaria
 Dios Padre nuestro que en Jesús te has acercado a nosotros y nos lo has propuesto como modelo y Camino: ayúdanos a escuchar su invitación a seguirle, y danos coraje y amor para dejarlo todo por su Causa y seguirlo efectivamente, por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

Beata Victoria Rasoamanarivo, mujer de fe y ejemplo de misión

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