Héroes de nuestra fe: Alfonso Ma. de Ligorio, fundador (1787) Pedro Faber (1546)
S. Justino de Jacobis, de la Congregación de la Misión, obispo en Abisinia Conocido como el "padre de la Iglesia de Etiopía", San Giustino de Jacobis se caracteriza por el "mandato misionero", la "preocupación por formar el clero indígena" y la "acción ecuménica", tal y como subrayó Pablo VI en su ceremonia de canonización en 1975
Mt 13 47-53 EVANGELIO EN AUDIO
Esta parábola es semejante a la de ayer sobre el trigo y la cizaña que crecen juntos. Aquí se trata de peces y en ambos casos es la invitación a todos, buenos y malos, a participar del reino, aunque la clave está en cómo se vive.
A Dios, el día del juicio, corresponde hacer la separación entre unos y otros. Jesús nos ofrece la posibilidad de participar de una vida plena.
El reino de los cielos es un regalo valioso que se nos ha ofrecido y merece por lo mismo una respuesta de acogida. Por esta razón el evangelio termina recordando la importancia de fomentar la virtud del discernimiento para saber lo que hay de valor y lo que hay de inútil en nuestra vida. También podríamos aplicarlo a la misma Palabra donde el Antiguo como el Nuevo Testamento nos ofrecen su sabiduría y es importante primero entenderlo y segundo aplicarlo.
¿Eres de los que dice: ¡Señor, Señor! pero no cumples la voluntad de tu Padre que está en los cielos?
Del ejército soviético al sacerdocio: historia de una fe a la sombra del régimen
S. Justino de Jacobis, de la Congregación de la Misión, obispo en Abisinia Conocido como el "padre de la Iglesia de Etiopía", San Giustino de Jacobis se caracteriza por el "mandato misionero", la "preocupación por formar el clero indígena" y la "acción ecuménica", tal y como subrayó Pablo VI en su ceremonia de canonización en 1975
Mt 13 47-53 EVANGELIO EN AUDIO
Esta parábola es semejante a la de ayer sobre el trigo y la cizaña que crecen juntos. Aquí se trata de peces y en ambos casos es la invitación a todos, buenos y malos, a participar del reino, aunque la clave está en cómo se vive.
A Dios, el día del juicio, corresponde hacer la separación entre unos y otros. Jesús nos ofrece la posibilidad de participar de una vida plena.
El reino de los cielos es un regalo valioso que se nos ha ofrecido y merece por lo mismo una respuesta de acogida. Por esta razón el evangelio termina recordando la importancia de fomentar la virtud del discernimiento para saber lo que hay de valor y lo que hay de inútil en nuestra vida. También podríamos aplicarlo a la misma Palabra donde el Antiguo como el Nuevo Testamento nos ofrecen su sabiduría y es importante primero entenderlo y segundo aplicarlo.
¿Eres de los que dice: ¡Señor, Señor! pero no cumples la voluntad de tu Padre que está en los cielos?
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