LECTURAS Y COMENTARIO
Audio (Justino)
En un cierto momento decidimos «seguir a Jesús». A pesar de nuestras
vacilaciones y nuestras incongruencias, queremos estar con él y con lo
que él significa.
Eso
nos ha hecho mejores. Ha hecho que nuestra vida esté más llena. Que
cada uno tome su vida en sus manos y sopese lo que le ha aportado el
hecho de «ser cristiano». Y lo que hubiera sucedido si no hubiéramos
seguido a Jesús.
Ahora examinemos las desventajas que ha supuesto para nosotros el seguir a Jesús.
Si no ha habido ninguna resultará sospechoso, porque seguir a Jesús
debería, en principio, colocarnos en bastantes aprietos, en situaciones
en las que uno echa de menos hallarse menos comprometido, preocuparse
menos por los demás, y darse un poco más a la molicie y al dolce far niente.
Pero
no tenemos alternativa, afortunadamente. Como no somos malos, cuando
uno ve que Jesús pasa por su vida, comprende que es lo mejor que le
puede pasar.
Temas relacionados para la semana:
1. Seguir a Jesús, pero ¿hacia dónde?
Cuando uno sigue a Jesús, acaba en medio de la gente; sobre todo de la
más pequeña. Si no, quién sabe a quién estaremos siguiendo…
2. Vivir como Jesús, hoy en día. ¿Sería Jesús uno de los "cartoneros" en la actualidad? Lo que es cierto es que no tendría un ostentoso despacho en un prestigioso edificio de la Recoleta. ¿Quiénes viven ahora como lo hizo Jesús? Ejemplos concretos.
3. Cosas incompatibles con el seguimiento de Jesús. La autopromoción («me» seguiré); el conservadurismo (la «familia», lo conocido, las cosas como eran antes); la falta de entusiasmo («déjame ir a enterrar»)… Otras incompatibilidades.
4. La vida «consagrada». ¿A qué se ha reducido? La falta de vocaciones, ¿no se deberá a que lo que ofrecen como seguimiento de Jesús aparece como algo reductivo, y a veces demasiado «terrenal»?
5. ¿Sigue la Iglesia a Jesús? ¿Y nuestra comunidad?
2. Vivir como Jesús, hoy en día. ¿Sería Jesús uno de los "cartoneros" en la actualidad? Lo que es cierto es que no tendría un ostentoso despacho en un prestigioso edificio de la Recoleta. ¿Quiénes viven ahora como lo hizo Jesús? Ejemplos concretos.
3. Cosas incompatibles con el seguimiento de Jesús. La autopromoción («me» seguiré); el conservadurismo (la «familia», lo conocido, las cosas como eran antes); la falta de entusiasmo («déjame ir a enterrar»)… Otras incompatibilidades.
4. La vida «consagrada». ¿A qué se ha reducido? La falta de vocaciones, ¿no se deberá a que lo que ofrecen como seguimiento de Jesús aparece como algo reductivo, y a veces demasiado «terrenal»?
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