11ª semana durante el año-jueves

BURKINA FASO. Iglesia denuncia: Hace años que somos presa terrorismo

Catequesis del Papa: “El Espíritu hace de la verdad y el amor, el idioma universal”

 Mt 6 7-15 EVANGELIO EN AUDIO
      La oración es una actividad constante y espontánea en muchas personas aunque no vayamos al templo ni a misa dominical. Sin duda, también oran las personas que profesan una religión distinta a la nuestra. Ordinariamente no rezamos para informar a Dios de un problema que estamos sufriendo. Dios conoce todas nuestras necesidades y angustias. No rezamos para hacer a Dios más bondadoso gracias a nuestro rezo. Él es amor. Es bondadoso siempre y sin límites.
      ¿Para qué rezamos entonces?: rezamos para dejarnos invadir del proyecto de Dios en el mundo. Para dejarle actuar en nosotros su proyecto de vida. Para hacer su voluntad en este planeta amenazado, como hacía Jesús cuando rezaba por las noches. Ese proyecto está incluido en la plegaria que Él nos enseñó. 
     Primero cambiar el nombre de Dios. Llamarle Papá-Mamá y con la vida proclamar que ese nombre es santo. Luego abrirnos a su proyecto: ese reino de vida, ese pan compartido, ese perdón sin reservas y quedar libres de los ídolos del mundo.

Comentarios