Domingo de Ramos-ciclo C

¿Desean los cristianos «ardientemente» que llegue el domingo para compartir la misa? (Ya se sabe que basta con acudir al ofertorio). ¿Deseamos «ardientemente» (y no socialmente) las comuniones, los matrimonios o los bautizos? En realidad, casi nada que tenga que ver con la Iglesia es deseado «ardientemente». Se trata de costumbres, cuando no de obligaciones. Y así será mientras sigamos pavoneándonos de que los católicos somos millones, y no de lo mucho que nos amamos.
Audioclip: Entrada de Jesús en Jerusalén

 EVANGELIOS EN AUDIO - Comentarios Justino
SEMANA SANTA - 7.ª LECCIÓN: NUESTRO EQUIPO DE EVANGELIZACIÓN: VIVIR EN COMUNIDAD.

 Terminamos la Cuaresma. Todo lo que Jesús nos ha enseñado en este «máster», es para vivirlo en comunidad, no individualmente; aunque tampoco en iglesias multitudinarias donde resulte imposible tener la sensación de ser una familia.

Jesús era un hombre de comunidad: amaba a sus discípulos, deseaba estar con ellos (DOMINGO: «Ardientemente he deseado»); tenía amigos íntimos con los que le gustaba pasar el rato (LUNES: «Lázaro, María, Marta»), y amigos muy queridos (MARTES: «Uno de ellos, al que Jesús amaba»). Él los amó hasta el extremo (JUEVES), incluso a los que lo traicionaron (MIÉRCOLES: «Judas»; VIERNES: «Pedro»). Sin olvidarnos de que entre sus amigos más queridos, las mujeres ocupaban un lugar preferente (SÁBADO: «María Magdalena, Juana, María la de Santiago»).


    La Semana Santa se presta a sentir más que nunca el calor de las hermanas y hermanos con los que compartimos nuestra vida de discipulado. Ese es nuestro auténtico «team force», el equipo con el que el hecho de ser cristiano resultará más fácil y gratificador.
   Para la revisión de vida Jesús fue, ante todo, históricamente hablando, un Mesías. Y a ese Mesías histórico es al que confesamos como símbolo especial de Dios. El Jesús que guía mi forma de ser religioso, ¿es también mesías? ¿Mi concepción de Jesús, es mesiánica, tiene algo de mesiánica, o pienso que eso del mesianismo es un concepto bíblico que hoy ya no tiene relevancia ni aplicación?
  
¿Mi seguimiento de Jesús, es “mesiánico”, está centrado en una esperanza para los pobres? ¿Prolongo el mesianismo de Jesús aquí y ahora, «viviendo y luchando por la Causa de Jesús», por una gran Utopía –como la que él llamaba (en armeo) malkuta Yahvé, Reino de Dios? -
    La escena de la entrada triunfal en Jerusalén es uno de los símbolos mesiánicos más claros que nos presentan los evangelios sobre la vida de Jesús. - Nuestro Cristo, al que nosotros rezamos y seguimos, ¿es en verdad «mesías», o lo hemos des-mesianizado? ¿Es acaso un Cristo sin Reino?
    ¿Es el nuestro un cristianismo sin utopía, sin lucha por la verificación histórica de una utopía? Lo que relata el Evangelio no es una entrada de carácter político o militar. Un pobre, montado en un asno, entre la gente más humilde ["óchlos") no es precisamente una entrada triunfal. Jesús quiso entrar así en la ciudad santa, donde sabía que entraba, no para triunfar y mandar, sino para fracasar.
   Jesús aceptó la función más baja que una sociedad puede adjudicar; la de "delincuente ejecutado" (G. Thyssen). Quedó así excluido. Hasta el extremo de que sus seguidores, durante siglos, por lo menos hasta el s. IV, no pudieron ver en el Crucificado una imagen de Dios. Pero hay más. Lo más llamativo de este episodio es que los cuatro evangelios coinciden en la aclamación que cantaba la gente:"jBendito el que viene en nombre del Señor!"(Mc 10,9; Mt 21,9; Le 19,38; Jn 12,13; cf. Sal 118.25-26). Es la aclamación del pueblo amenazado, dominado, asustado. La gente que se ve en peligro y sin esperanza (Sal 118.5-14). Jesús, solidario con los últimos, es esperanza precisamente para ellos. Ahora ocurre también que mucha gente se ve más allá de toda esperanza.
   ¿Podremos encontrar en esta Semana Santa una fuente de esperanza? Es razonable vivir estos días como descanso. Pero, ¿no valdría la pena pensar a fondo lo que todo esto representa, seamos o no seamos religiosos? 
 

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