5ª semana de cuaresma - lunes

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 EVANGELIO EN AUDIO
Juan presenta a Jesús como la luz del mundo. ¿Esto qué significa? Para la comunidad del cuarto Evangelio, el mundo en su totalidad yacía en tinieblas a causa del pecado, la injustica, la violencia provocada por el egoísmo personal y de las instituciones.
    Ni siquiera la Ley antigua, -por sagrada- ni las más hermosas tradiciones centenarias habían posibilitado la iluminación de las personas. Todo cuanto habían hecho a lo largo de la vida y lo acuñado hasta entonces había generado tinieblas. Es entonces cuando la experiencia de vida y de fe que Jesús ofrece relativiza todas las tradiciones y prácticas más antiguas del pueblo.
    Será  la adhesión a la persona de Jesús, el seguimiento de su persona y el proseguimiento de su causa lo que dará la plena iluminación.
   Cada creyente está invitado a aceptar y recibir a Jesús como la Luz verdadera. Pero el compromiso ha de ser mayor: quien acepta a Jesús como luz está llamado a ser luz y a irradiarla al mundo. ¡Esta es una tarea que no da espera! 
  1. La afirmación de Jesús "Yo soy la luz del mundo" plantea dos cuestiones fundamentales que los teólogos no han tenido debidamente en cuenta. La palabra "kosmos"(mundo) remite a los significados de"mundo=orden del mundo"/"universo"(H. Balz). Esto nos presenta una primera cuestión: si Jesús ilumina a todo el mundo, es evidente que Jesús no es patrimonio de una sola cultura (Occidente) o una sola religión (el cristianismo). Jesús es patrimonio de la humanidad. Por tanto, Jesús no es el fundador de una religión, sino que representa unos valores y unas convicciones que responden a deseos y anhelos de todo ser humano. Jesús responde a aquello en lo que todos los seres humanos coincidimos.
  2. La segunda cuestión: Jesús es la luz del "kosmos". Pero el kosmos (orden) es lo opuesto al kaos (desorden, violencia). De ahí, el dilema insoluble: "la violencia engendra el"caos", y el orden engendra violencia"(W. Sofsky, H. Popitz). ¿Tiene solución este círculo vicioso? A primera vista, no. Porque el caos del desorden se resuelve cuando intervienen "las fuerzas del orden". Pero estas fuerzas imponen el orden pegando, multando, castigando..., es decir mediante la violencia, que es caos y desorden. ¿No hay salida ni solución?
  3. Si vemos en Jesús el "fundador" y el "centro" de una religión, Jesús nos divide, nos separa, nos aleja y nos enfrenta a los creyentes de otras religiones. Sin embargo, si vemos en Jesús "la encarnación de Dios", la "humanización de Dios", entonces lo que se produce es que quien se identifica con Jesús, por eso mismo "se humaniza", se hace "profundamente humano", ante todo, humano. Por eso, Jesús está donde hay humanidad, bondad, paz, cercanía al sufrimiento, lucha contra la violencia.
      
    O sea, Jesús trasciende las religiones. Porque está donde se imponen las "convicciones" de humanidad que nos humanizan hasta saciar las apetencias de "lo humano" = "la vida sin límites".

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