EVANGELIO EN AUDIO
La vida cristiana es una vida de exigencia y de compromiso serio. Adherirse a Jesús y asumir su propuesta, tiene requerimientos concretos y fuertes. Dichas exigencias son tan complejas, que el mismo cristianismo ha enseñado desde siempre que el asumir la tarea cristiana, es un regalo-don del Espíritu de Dios, no es una cuestión de altruismo, ni de capacidad personal innata.El perdón es una exigencia cristiana dura y compleja. Para asumir esa tarea hay que doblegar la estructura personal, el egoísmo que está enquistado en el propio ser de la persona.
Perdonar no es, en el cristianismo, un consejo que acojo o no según la conveniencia, sino un imperativo, una cuestión de obligatorio cumplimiento. Pero la dimensión cristiana siempre exige mucho más.
Jesús de Nazaret, con su ejemplo de vida y con su palabra, sigue interpelando a cada bautizado a vivir de manera coherente la adhesión a su proyecto.
Dios pide a los seguidores de Jesús, el compromiso sincero de entrar por la lógica del Evangelio, renunciando a la lógica del egoísmo y del poder de dominio.
1.Todo
es desproporcionado, y hasta desmesurado, en esta parábola. No tiene
proporción ni mesura la cantidad enorme de dinero que le debía el primer
empleado al rey. No tiene proporción ni mesura que el rey perdone
semejante deuda por la simple razón de que el deudor se lo pide.
Tampoco tiene proporción ni mesura que el que acaba de recibir un
perdón tan descomunal, apenas sale a la calle y se encuentra a un
desgraciado que le debe una miseria, por poca cosa lo mete en la
cárcel. ¿Qué explicación tiene esta serie continuada de despropósitos?
2. No se trata de exageraciones ni extravagancias. Esto (o algo muy parecido) ocurre a diario y, si se piensa a fondo, lo vemos por todas partes. Se trata de la desproporción asombrosa que existe entre la enorme tolerancia que tenemos con nosotros mismos y con lo que nos conviene, por una parte, y la brutal intolerancia que tenemos con los demás y con lo que no nos conviene, por otra parte.
3. Basta pensar en la tolerancia que tenemos con lo que nosotros molestamos a otros y la intolerancia que tenemos con lo que otros nos molestan. La tolerancia con las propias equivocaciones y la intolerancia con las equivocaciones de los demás. La tolerancia con lo masculino y la intolerancia con lo femenino o al revés. La tolerancia con los de mi tendencia religiosa y la intolerancia con los de otras tendencias religiosas. La medida de nuestras intolerancias será la medida de la intolerancia que se va a tener con cada cual.
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