2ª semana de cuaresma - jueves

EVANGELIO EN AUDIO

  1. Pocos textos de los evangelios tienen la actualidad acuciante que tiene este. Porque quizá nunca dio la cara la pasión por el dinero y el bienestar como la está dando en estos tiempos de crisis, necesidad y miseria. Al tiempo que la riqueza mundial se va concentrando cada vez más y más en menos personas. El Evangelio se fija aquí en el "pecado de omisión". En realidad, el rico no le hizo daño alguno al pobre Lázaro. Simplemente lo dejó allí, tal como estaba. Es lo que hacemos todos los que dejamos al pobre, al enfermo, al extranjero, al preso... (Mt 25,41 -46). Como hicieron el sacerdote y el levita que, en la parábola del buen samaritano, pasaron de largo ante el moribundo de la cuneta (Le 10,31 -32). Que es, a fin de cuentas el mismo daño que hacemos todos los que tenemos dinero (por poco que sea) y dejamos que cada día se mueran de hambre más de 30.000 niños.
  2. La pasión por el dinero es tan vieja como el dinero mismo. Es la pasión que utiliza y fomenta el capitalismo moderno, mediante las refinadas técnicas del mercado y su publicidad. Hasta constituir al dinero en uní(ídolo divinizado"que es incompatible con "Dios" (Mt 6, 19-24). K. Marx dijo, con razón, que el dinero es un "fetiche", una especie de embrujo que nos seduce sin que nos demos cuenta de ello. Hasta anular el deseo de "productividad" y sustituirlo por la codicia de "ganancia". Así nace la pasión loca que nos lleva a la crisis total. La consecuencia es de locura. ¿Puede haber mayor disparate que el hecho -denunciado por Intermón-Oxfam- de que el 1% de los habitantes del mundo tenga tanto dinero como el 99%? ¿En qué medida soy yo también (sin darme cuenta) un rico epulón?
     

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