Sábado 9 de febrero

Evangelio en audio mp3


Para que nuestra actividad profética sea sincera, para no desfallecer frente a tanta oposición, para que ahondemos en nuestras motivaciones y purifiquemos nuestra acción, es imprescindible pasar muchos ratos en «lugares desiertos» que sean propicios para la meditación del Evangelio, para la revisión en grupo o para el estímulo de la lucidez. Unos retiros que no pueden permitirse quienes tienen siempre tantísimo que hacer; entre otras cosas, megaeventos, comisiones varias, congresos, charlas y hasta acciones caritativas.

      La descripción que hace Marcos del ajetreo misionero del grupo de Jesús permite imaginar la simpatía que despertaban entre la gente del pueblo. Su estilo de vida sencillo y austero, su palabra clara y diáfana, su proceder coherente y sus acciones humanizadoras y dignificadoras despiertan sentimientos varios entre los espectadores, simpatizantes y seguidores de Jesús. Siente hambre de una palabra que les devuelva el sentido de la vida y les aliente la esperanza. 
      Supuestamente los escribas, fariseos y sacerdotes fungen como “pastores legítimos” para el pueblo de Israel, pero parece que no es así., Por eso Jesús se sobrepone al cansancio para entregar su palabra limpia y vivificadora que devuelve las ganas de vivir para el pueblo.
      A veces las burocracias eclesiásticas y las complicadas estructuras pastorales son un obstáculo para anunciar y testimoniar el Reinado de Dios. 

     ¿Cómo son los “pastores” de tu medio social y eclesial? ¿Dan el tiempo al pueblo con generosidad? ¿Y vos, sos pastor de esperanza y vida para tu comunidad, familia, grupo...?  

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