Lunes 18 de febrero

EVANGELIO EN AUDIO (mp3)

       Luego de la multiplicación de los panes, aparecen los fariseos pidiendo una señal a Jesús.
       El tema central de este pasaje es la incredulidad. Los fariseos desean ver signos externos que les permita confirmar la identidad de Jesús y se dirigen hacia él con esa intención, de ponerle a prueba.
       El proceso de la fe en Jesús no debe pasar necesariamente por actos extraordinarios. Los fariseos quieren saciarse de prodigios y señales que les ayuden a resolver sus problemas desde el cielo. Quieren amarrar a Dios bajo sus imaginarios, quieren ver si Jesús puede manifestar por señales el poder de Dios.
       En Latinoamérica, muchas iglesias caen en esta tentación, promueven un tipo de religiosidad de milagrería sin un contenido de fe en la persona de Jesús y su proyecto salvador. Desean poner de manifiesto la presencia de Dios en una dimensión celestial. Hoy Jesús se niega este tipo de situaciones, de realizar signos delante de persona incrédulas y con mala intención.
      ¿Necesitamos aún señales milagrosas para apoyar nuestra fe en la persona de Jesús?  

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