Domingo 6º durante el año ciclo C

LECTURAS Y COMENTARIO EN AUDIO (Justino) mp3



Del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26
 
En aquel tiempo Jesús alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tienen hambre ahora, porque serán saciados. Bienaventurados los que lloran ahora, porque reirán. Bienaventurados serán cuando los hombres los odien, cuando los expulsen, los injurien y proscriban su nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo, que su recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas». «Pero ¡ay de ustedes, los ricos, porque han recibido su consuelo. ¡Ay de ustedes, los que ahora están hartos, porque tendrán hambre. ¡Ay de los que ríen ahora!, porque tendrán aflicción y llanto. ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de ustedes, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.

Oración
Gracias, Señor, por este momento de oración. Qué dicha y alegría el poder experimentar tu presencia, tu cercanía. Humildemente te pido, ¡ven Señor Jesús! Ilumina mi oración para que crezcan mi fe y mi fortaleza para saber escogerte siempre a Ti.

Petición
Jesús, dame la sabiduría para saber reconocer en dónde y cómo se encuentra la felicidad.

Meditación del Papa Francisco

 Se rinde un culto idolátrico al dinero. Porque se ha globalizado la indiferencia!, se ha globalizado la indiferencia: a mí ¿qué me importa lo que les pasa a otros mientras yo defienda lo mío? Porque el mundo se ha olvidado de Dios, que es Padre; se ha vuelto huérfano porque dejó a Dios de lado.
Algunos de ustedes expresaron: Este sistema ya no se aguanta. Tenemos que cambiarlo, tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro y que sobre ese pilar se construyan las estructuras sociales alternativas que necesitamos. Hay que hacerlo con coraje, pero también con inteligencia. Con tenacidad, pero sin fanatismo. Con pasión, pero sin violencia. Y entre todos, enfrentando los conflictos sin quedar atrapados en ellos, buscando siempre resolver las tensiones para alcanzar un plano superior de unidad, de paz y de justicia. Los cristianos tenemos algo muy lindo, una guía de acción, un programa, podríamos decir, revolucionario. Les recomiendo vivamente que lo lean, que lean las bienaventuranzas que están en el capítulo 5 de San Mateo y 6 de San Lucas, y que lean el pasaje de Mateo 25. Se los dije a los jóvenes en Río de Janeiro, con esas dos cosas tiene el programa de acción.  (Discurso de S.S. Francisco a los participantes del Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, octubre de 2014).
Reflexión
Si miramos a nuestro mundo vemos gentes que son pobres, que pasan hambre, que sufren, que son excluidos y proscritos... y a nadie se nos ocurre llamarlos dichosos ni tampoco ellos mismos se sienten como tales. Por el contrario vemos gente rica, que disfruta de todas las comodidades posibles y goza el momento presente como si poseyera el mayor tesoro, y todo los miramos con cierta envidia y los calificamos como gente con suerte.

¿Cómo entender el Evangelio? ¿Dónde está el contraste? ¿Cómo explicar estas antinomias?
El Evangelio es una fuerza revolucionaria que trastorna la mentalidad de este mundo presente; las personas que se dejan alcanzar por su influjo se abren a nuevas dimensiones y son capaces de descubrir la riqueza del compartir, de gozar la alegría de la entrega, de experimentar la paz en medio del desconcierto...
       Todos necesitamos hacernos pobres de ambicionar cosas superfluas; salir de nuestros egoísmos para acercarnos a los otros; reír con los que ríen y llorar con los que lloran.

Propósito
Que mi cercanía y apoyo a una persona que sufre, le haga experimentar el amor de Cristo.

Diálogo con Cristo
Dios de cielos y tierra que alimentas los pájaros del campo y no olvidas nada de lo que has creado, te pido por todos los hombres que pasan hambre para que descubran en tu Palabra la fuerza que los conforte y encuentren hermanos que sacien su necesidad.





      La idea de pobre que se nos viene a la mente, sin pensar mucho, es aquel que no tiene a nadie e incluso ni siquiera dinero. Ahora bien, que los pobres sean los vicarios de Cristo, es decir que los pobres sean los re-presentantes de Cristo en la tierra es una verdad que nos cuesta digerir, quizás porque nuestra mirada nos traiciona a la hora de identificar, y porque las apariencias engañan. Como ejercicio práctico valga el siguiente apartado:
 Test de salud mental y espiritual. Conteste verdadero o falso
  1.      Si ve a un parroquiano trajeado leyendo el periódico piensa que es un intelectual.Si ve a un pobre parroquiano andrajoso leyendo el periódico piensa que busca trabajo.  
  2.      Si ve a un parroquiano trajeado corriendo piensa que es un deportista.Si ve a un pobre parroquiano andrajoso corriendo piensa que es un ladrón
  3.     Si ve a un parroquiano trajeado con un maletín piensa que es un ejecutivo.Si ve a un pobre parroquiano andrajoso con un maletín piensa que es un traficante.
  4.     Si ve a un parroquiano trajeado rascándose piensa que es un alérgico.Si ve a un pobre parroquiano andrajoso rascándose piensa que es un sarnoso.
  5.      Si ve a un parroquiano trajeado en la comisaría piensa que es un denunciante.Si ve a un pobre parroquiano andrajoso en la comisaría piensa que es un detenido.
  6.      Si ve a un parroquiano trajeado cansado piensa que es un ejecutivo con stress.Si ve a un pobre parroquiano andrajoso cansado piensa que es un flojo.
  7.      Si ve a un parroquiano trajeado en la entrada de la iglesia piensa que espera un familiar.Si ve a un pobre parroquiano andrajoso en la entrada de la iglesia piensa que le pedirá limosna.
  8.      Si ve a un parroquiano trajeado en los grandes almacenes piensa que va de compras.Si ve a un pobre parroquiano andrajoso en los grandes almacenes piensa que algo robará.
  9.      Si ve a un parroquiano trajeado hablando con el jefe piensa que lo ascenderá.Si ve a un pobre parroquiano andrajoso hablando con el jefe piensa que lo despedirá.
     EVALUACIÓN: Si el resultado son 3 verdaderos o más hágaselo mirar por un especialista e ingrese urgentemente en un movimiento de renovación cristiana.... AMEN. 
   
VER En la sociedad en la que nos movemos encontramos serias dificultades que nos alejan de ver en los pobres a los vicarios de Cristo en la tierra: Se acepta con facilidad que la riqueza e incluso su distribución esté en manos de unos pocos. El ideal de que cualquiera puede llegar a ser rico se convierte en “lujo para unos pocos y miseria para muchos”. Esta mentalidad nos aleja de los pobres.
   
La relación de los cristianos con los empobrecidos aparece como algo deseable y necesario para los creyentes: hacemos cosas por y con ellos, rezamos por ellos, pero la rela-ción con los pobres no está situada en el nacimiento, constitución y elaboración de la fe.
   
La misión de la iglesia es hacer que el evangelio sea una buena noticia para los pobres. Sin embargo, ciertas estructuras pastorales, litúrgicas, formas de pensar y manifestaciones externas están más cerca de aquellos que no sufren la pobreza real.
  
La Iglesia, a lo largo de toda su historia, ha permanecido fiel al mandato de Jesús, aunque a veces lo ha realizado desde una posición de poder y de alianza con los ricos, a los que exhortaba a ser generosos con los pobres.
  
Opción por los pobres y amor a los pobres no llegan a ser sinónimos. El amor a los pobres queda reducido frecuentemente en limosnas más o menos abundantes. Amor a los pobres tendría, en este sentido, un matiz neutro, sin implicación personal, ni intención de trasformar un sistema que genera pobreza.
    Opción por los pobres implica la libre decis
ión de vivir en el mundo de los pobres como uno de tantos y se expresa en un amor crítico, solidario, trasformador, comprometido, incluso en política.
   
La evolución de Mons. Romero podría ser un ejemplo válido. La mayor parte de su vida multiplicó los gestos de caridad, ¡¡cuántos pobres llamaron a su puerta!!
    Sin embargo, los
tres años que estuvo al frente de la archidiócesis de San Salvador, compartió la suerte de sus pobres fieles y no tardó en ver que eran víctimas de una injusticia y de una violencia inimaginable.
    Así su amor a los pobres se
convirtió en un amor consciente y crítico y dejó de ser neutral, ingenuo y teórico, donde la pobreza no era pura casualidad.
    Creó organismos diocesanos para la defen
sa de los derechos de la persona, en sus homilías concienció al pueblo de su dignidad de hijos de Dios, denunció a las clases dominantes y al orden injusto establecido y mantenido por la fuerza, y exigió a las más altas instancias del exterior, para que cesasen de enviar armas que servían para masacrar a sus hermanas y hermanos.
JUZGAR     Los pobres están íntimamente unidos a la persona de Jesús de Nazaret: nació, vivió y murió pobre, rodeado de gente pobre, sus amigos eran pobres, defendió a los marginados sociales: niños, viudas, extranjeros, leprosos, mujeres. Muere abandonado y despojado.
    
Ellos son signo de que su reino ha llegado: -" díganle a Juan lo que han visto visto: los ciegos ven, los cojos andan,... y los pobres son evangelizados" (Lucas 7, 22).
     En las Bienaventuranzas proclama: "dichosos los pobres
... porque de ustedes  es el Reino de Dios" (Lucas 9, 6-20).
     Identifica a los pobres con su persona: " Vengan
benditos de mi Padre, porque tuve hambre, sed, desnudo, en la cárcel... Cuando lo hicieron con uno de éstos, conmigo lo hicieron" (Mateo 25, 35ss).  
    
Este mensaje lo entendieron bien los primeros cristianos y por eso Santiago habla de la exclusión de personas cuando en las asambleas se favorece al rico: Escuchen, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que le aman?(Santiago 2, 5)
    
La Iglesia es fundada para ser continuadora del mensaje y los hechos del Hijo de Dios presente en los pobres de la historia. Su experiencia con los pobres es muy rica y abundante con: enfermos, emigrantes, transeúntes, marginados, enfermos de Sida, en tareas de promoción y desarrollo humano y social, su presencia en hospitales, tragedias humanas, tercer mundo,.. Gran parte de sus recursos económicos y humanos están destinados y dedicados al trabajo con los pobres.
     Esta
tarea es esencial si no quiere traicionar a su fundador y volverse insípida. El Concilio Vaticano II lo afirma con nitidez: "La Iglesia reconoce en los pobres y en los que sufren la imagen de su fundador pobre y doliente”. (LG. 8)
    
El papa Francisco es consecuente en la Evangelii Gaudium cuando habla de la preferencia de Dios por los pobres: Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica”... y “...tiene con-secuencias en la vida de fe de todos los cristianos, llamados a tener «los mismos sentimientos de Jesucris-to» (Flp. 2, 5). (EG. 27). Hoy y siempre, «los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio», y la evangelización dirigida gratuitamen-te a ellos es signo del Reino
que Je
sús vino a traer. (EG. 12)

ACTUAR

  1.                 Proponer seriamente cómo conseguir que nuestra relación con los pobres sea tan real y profunda que se convierta en un asunto de vida o muerte espiritual.
  2.       La relación con ellos debe tener la doble dimensión:
  3.       La inmediata, directa, de ayuda de urgencia, siendo conscientes de que esta no llega a las causas y por lo tanto no trasforma.
  4.       La otra, que necesariamente tiene que pasar por la mediación institucional, que modifica los procesos socio-económicos que engendran las pobrezas y que potencia la eficacia colectiva. Esta sí actúa sobre las causas.
  5.       Convencernos que el evangelio es para toda la humanidad sólo si en primer lugar es anunciado a los pobres. Convencernos que el amor de Dios es efectivamente universal sólo si manifiesta su prioridad a los empobrecidos.
  6.       Convencernos que nosotros podemos amar a todos, sin hacer exclusión de personas, practicando una opción prioritaria en favor de los pobres. Decimos preferente, que no exclusiva.
  7.       Realizar signos continuos que manifiesten que el Reino (la utopía de los empobrecidos) está construyéndose y haciéndose presente. Atreverse a vivir en el mundo del "otro" empobrecido y marginado, calumniado y despreciado y ahí dejarse evangelizar, donde el mensaje de los profetas y del Evangelio suena radicalmente distinto y donde la misión de la Iglesia se ve radicalmente diferente. 
 Página Web: http://ruralescristianos.org

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