Evangelio en audio (mp3)
No hay cosa más esclavizante que andar pegado a las
normas y tradiciones. Además de andar pendiente de los demás si hacen o
dejan de hacer.
Jesús invita a la libertad de espíritu. Y se es libre cuando
el único límite es la otra persona. Ya decía Agustín de Hipona “ama y haz lo
que quieras”. Porque cuando se ama, se respeta al otro como un lugar
sagrado, inviolable e íntegro. De tal manera que el bienestar del otro, su
libertad, su integridad, su derecho legítimo se constituye en “norma no
normada” para mi actuación.
Pero tristemente, ayer como hoy, los seres
humanos tendemos a colocar normas, instituciones y tradiciones por encima de
las personas y de las comunidades. Lo importante es salvar la ley y las
costumbres antes que salvar al ser humano. Y por esta razón, el ser humano
tiende a ser cosificado, manipulado y vilipendiado como un objeto.
¿Cómo
vives tu libertad en el espíritu siendo abierto, respetuoso y responsable
contigo mismo y con los demás?
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