Martes 22 de enero

Evangelio en audio (mp3)

       No hay cosa más esclavizante que andar pegado a las normas y tradiciones. Además de andar pendiente de los demás si hacen o dejan de hacer. 
       Jesús invita a la libertad de espíritu. Y se es libre cuando el único límite es la otra persona. Ya decía Agustín de Hipona “ama y haz lo que quieras”. Porque cuando se ama, se respeta al otro como un lugar sagrado, inviolable e íntegro. De tal manera que el bienestar del otro, su libertad, su integridad, su derecho legítimo se constituye en “norma no normada” para mi actuación. 
      Pero tristemente, ayer como hoy, los seres humanos tendemos a colocar normas, instituciones y tradiciones por encima de las personas y de las comunidades. Lo importante es salvar la ley y las costumbres antes que salvar al ser humano. Y por esta razón, el ser humano tiende a ser cosificado, manipulado y vilipendiado como un objeto.
     ¿Cómo vives tu libertad en el espíritu siendo abierto, respetuoso y responsable contigo mismo y con los demás? 

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