¿Sobre quién se posaría hoy en día la paloma señalizadora de la presencia de Dios en nuestra sociedad? Podría ser que los ridiculizados «perroflautas», tan poco espirituales, fueran lo más parecido a Jesús que tenemos en este momento: al menos al Jesús histórico, a juzgar por la declarada decisión de aquellos sobre transformar la sociedad con su contracultura, para hacerla más propia de la gente real.
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