EVANGELIO EN AUDIO: Mateo 28, 8-15
1. Los especialistas en el estudio de los evangelios discuten si estos relatos, que cuentan las apariciones del Resucitado, tienen valor histórico. La Iglesia cree firmemente que Jesús venció la muerte y fue resucitado. Y por la fuerza de la resurrección "fue constituido Hijo de Dios y Señor nuestro" (Rm 1,4). De forma que, si no es cierto que Jesús resucitó, "nuestra predicación no tiene contenido ni nuestra fe tampoco" (1 Co 15,14).
2. Aquí no se duda de la fe en la Resurrección. Es claro que nuestra fe se basa en el testimonio que nos dejaron los primeros discípulos: ellos tuvieron la experiencia cierta de que Jesús había resucitado. Pero, al ser experiencias subjetivas que ellos tuvieron, la objetividad de cómo se vivieron aquellas experiencias es lo que no cuadra. Por eso Marcos y Mateo sitúan las apariciones en Galilea, mientras que Lucas las pone en Jerusalén. En Marcos, las mujeres tienen miedo, en Mateo y Lucas se alegran y van a contarlo a los discípulos. Y llama la atención que en todos estos relatos se cuentan más sentimientos que hechos objetivos.
3. Seguramente no les falta razón a algunos teólogos muy serios que explican estos relatos de apariciones "en clave de deseo" (G. Ebeling, M. Fraijó). El deseo de ver y palpar al que creían resucitado pudo motivar el desajuste de los relatos.
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