EVANGELIO EN AUDIO: Jn 5 17-30
1. Después de la curación del paralítico de la piscina (Jn 5,1-9), como Jesús sanó a aquel minusválido en sábado (Jn 5,9b), la protesta de los dirigentes judíos no se hizo esperar. La "teología del sábado", que imponían los maestros de la ley, se basa en la afirmación bíblica según la cual Dios, después de los seis días de la creación, descansó (Gen 2,3). Por eso, según la teología de aquellos maestros de la religión, el descanso del sábado era un mandato absoluto, que no admitía excepción alguna, a no ser en casos muy raros. Pues bien, a eso responde Jesús diciendo que Dios "sigue trabajando". Y por eso, porque él hace lo que le ve hacer a Dios, Jesús también trabaja y, por tanto, cura a los enfermos.
2. Para Jesús, lo primero es la vida de los
seres humanos. Y eso está antes que las normas y los principios de la religión
y sus teologías. Lo importante aquí está en caer en la cuenta de que, en los
criterios de Jesús, la religiosidad tiene, como criterio determinante, el
principio según el cual la mediación fundamental para encontrar a Dios, no es
la observancia de los ritos y normas de la religión establecida, sino la tarea,
el empeño y hasta la lucha por dar vida, y vida en plenitud, a quien no vive
plenamente, como le ocurría al paralítico de la piscina.
3. Es frecuente ver a gentes muy observantes
de la religión pero que, al mismo tiempo, se portan de manera que le hacen la
vida imposible a muchas personas o a la sociedad, en el caso de ser gente de la
política o cargos de cierta importancia en alguna institución religiosa. Pero,
en general, es una contradicción con el Evangelio la fidelidad a los ritos de
la religión y, al mismo tiempo, la infidelidad a los seres humanos con los que
convivimos. Esto engaña a los que se creen "creyentes", cuando su
vida en realidad oculta un "ateísmo" mal disimulado. Se cree más en
la religión que en el Evangelio de Jesús.
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