Jn
6,16-21
Ai
oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al lago, embarcaron y
empezaron a atravesar hacía Cafarnaúm. Era ya noche cenada y
todavía Jesús no ios había alcanzado; soplaba un viento fuerte y
ef lago se iba encrespando. Habían remado unos cinco o seis
kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca,
caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero él les dijo: ~Soy yo,
no temáis" Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó
tierra enseguida, en el sitio a donde iban.
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El relato de la multiplicación de los panes, tal como lo cuenta Juan, termina diciendo que la multitud, al ver el prodigio que había hecho Jesús {saciar el hambre de tanta gente), quisieron proclamarlo rey inmediatamente. La respuesta de Jesús fue despedir a la gente y quitarse de en medio, para irse a rezar solo. Jesús no quería poder político. Porque la solución radical no viene de los "cargos de arriba", sino de las "convicciones de abajo".
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Lo que cambia el mundo no es la ciencia, no es la técnica, no es la economía... Lo que cambia el mundo son las convicciones de la gente. El que está convencido de una cosa, la hace. Y si no la hace, es que no está convencido. La ciencia, la tecnología, la economía son fundamentales. Pero no son lo determinante. Lo que cambia la vida son las convicciones que tiene la gente. Porque "una convicción es una regla de comportamiento; pero no el comportamiento determinado por la costumbre" (Habermas). Es el comportamiento que supera incluso el fracaso ante la realidad (Ch. Peirce) y así se impone y muestra su autenticidad. Aqui está el nudo y el meollo del Evangelio. Y por eso el Evangelio es más fuerte que todo lo demás.
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Esto no se hace sino por la fuerza de Jesús como "forma de vida" que determina nuestras convicciones. Por eso Jesús, en la oscuridad de la noche, tranquiliza a los asustados apóstoles con una afirmación estremecedora: "Soy yo. No temáis' En la Iglesia se le teme a Jesús. Se prefiere al Señor de la Gloria. Por supuesto, Jesús asegura que nunca le tengamos miedo a él. Pero esa afirmación va indeciblemente más lejos. En el evangelio de Juan, se repite, por lo menos, 23 veces la afirmación de Jesús: "YO SOY" (Jn4,26; 6,20.35.41.48.51:8.12.18.24.28.58; 9,7.9.14; 11,25:13,13; 14,6: !5,1.5; 18,5.6.8.37 b). Esta afirmación es el nombre de Dios revelado a Moisés (Ex 3,14) (R. E. Brown). Pero no es una definición ontológica de Dios (G. Von Rad). Expresa "cómo actúa" Dios, qué convicciones tiene Dios. Es el Dios que actúa liberando a su pueblo de la esclavitud (Ex 3,7-10). Eso es creer en el Evangelio: actuar desde la convicción de que podemos liberar a los esclavos. "No tengáis miedo" nos dice Jesús. Vivid convencidos de que podéis liberar a los hambrientos, a los que nadie quiere.
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