Sobre la oración-meditación cristiana

LA MEDITACIÓN EN LA TRADICIÓN CRISTIANA

Al tratarse de una calidad humana el poder cambiar a diferentes modos de ser, muchas de las cosas que he dicho se aplican no sólo a la meditación en la tradición cristiana, sino también a las formas de oración en silencio y atención, que se encuentran en otras tradiciones religiosas principales. Tomémonos por lo tanto un momento para recordar lo que hace cristiana a la meditación.

En su enseñanza, Jesús se preocupa por ayudarnos a ser más conscientes del Reino, la Presencia de Dios, y él recomienda la oración silenciosa, interior. Nos encontramos con la esencia de la meditación / oración contemplativa: el silencio, la soledad y la interioridad, según sus propias palabras en el Sermón de la Montaña: "Pero cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí en lo secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará” (Mateo 6,6).
Casiano explica esto de la siguiente manera: "Oramos en nuestro cuarto cuando nos retiramos completamente del ruido de cada pensamiento y preocupación a nuestros corazones y desplegamos nuestras oraciones  al Señor en secreto, por así decirlo, íntimamente. Oramos con la puerta cerrada cuando, con los labios cerrados y en silencio total, rogamos a quien busca no nuestras voces, sino nuestros corazones".

Blaise Pascal, científico francés del siglo XVII, escritor, filósofo y teólogo católico, era de la opinión de que todas nuestras miserias derivan de una causa única: nuestra incapacidad para permanecer sentados a solas en una habitación en silencio, y sintió que esto podía conducirnos a la ruina. Como dijo John Main: a menos que pongamos el reflector de la conciencia fuera del ego, y entremos en el silencio interior, no podemos ver la luz de nuestro verdadero ser ni tomar conciencia de nuestra relación con la realidad última para "tener vida en toda su plenitud". Laurence Freeman al tratar sobre la meditación en "Jesús, el Maestro Interior" destaca este cambio necesario: "La oración debe basarse en la sinceridad del verdadero Ser y no en la conciencia de sí del ego." Esto se basa en el dicho de Jesús: "Tengan cuidado de no hacer una demostración de su religión delante de los hombres, para ser vistos por ellos, si lo hacen, no hay recompensa de su Padre en los cielos   "(Mt   6,1)  Laurence  Freeman sigue:   “Cada vez que nos encontramos con la seguridad o el placer de la aprobación de  los demás, la autenticidad de la oración está en peligro". Jesús extiende esta separación de las necesidades y deseos del ego a la vida ordinaria. "No se preocupen por su vida, qué comerán, ni por sus cuerpos, con  qué se vestirán" (Mateo 6, 25).

Sobre el uso de una palabra o frase corta también se hizo hincapié en esta enseñanza: «En sus oraciones no vayan parloteando como los paganos, que se imaginan que cuanto más dicen, más probabilidades hay de que sean escuchados" (Mateo 6:7-8). Más tarde, en la parábola del fariseo y el recaudador de impuestos, Jesús recomienda la manera de orar del recaudador de impuestos, que sólo repite constantemente la frase: "¡Oh Dios, ten piedad de mí, pecador” (Lucas 18: 10-14).

Nuestra meditación es cristiana, en cuanto se basa en la fe y la creencia en las enseñanzas de Jesús.

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