Cortés-1º semana cuaresma

2.a lección: el núcleo de nuestro mensaje. Saber ir al fondo, distinguir lo importante de lo superfluo.


En la intimidad de la Cuaresma, Jesús sigue dándonos su peculiar «cursillo de catequesis» a quienes, hoy en día, queremos ser discípulos suyos.
Ahora nos previene de la hojarasca, de las tentaciones del «solo pan / solo gloria / solo religión» (DOMINGO: Tentaciones), para que nos centremos en lo esencial: el hermano más humilde (LUNES: «Conmigo lo hicisteis»); en perdonar (MARTES: «Si no, no seremos perdonados»); en hacer el bien (JUEVES: «Esta es la ley y los profetas»); en ser buenos del todo (SÁBADO: «Sed perfectos como vuestro Padre celestial»). Esas son las señales esenciales que tenemos que mostrar a esta generación que, como toda generación, pide algún signo (MIERCOLES), sabiendo, por lo demás, que lo que hagamos en la tierra será lo que nos llevemos al cielo (VIERNES: «Lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo»).

Esta semana Jesús nos anima a sintetizar, a entender el núcleo de lo que vamos a transmitir a nuestros contemporáneos. Saber lo que es esencial y lo que es secundario es importantísimo.

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