LUNES Ia SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Mc l, 14-20
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, es­tá cerca el Reino de Dios: Convertios y creed en la Buena Noticia". Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su her­mano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: "Venid conmigo y os haré pescadores de hombres". Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jor­naleros y se marcharon con él.
1.  Marcos resume la actividad de Jesús en un sumario que comprende cuatro expresiones: el "cumplimiento del plazo", la "cercanía del Reino", la "conversión", la "fe". Jesús tuvo cuatro cosas muy claras. 1) Se había cumplido el plazo, es decir, había llegado el final de una etapa y comenzaba otra. 2) Esto era así porque, desde aquel momento, el centro no es ya Dios en sí, sino el Reino de Dios, es decir. Dios se va a manifestar reinando como nadie se lo esperaba. 3) Por eso se exi­ge conversión, es decir, cambio de mentalidad y de vida. 4) Para eso se necesita tener fe, mucha fe. Pero fe, ¿en qué? En la "Buena Noticia", el Evangelio. Lo que menos importa es si Jesús usó o no la expresión "Buena Noticia". Lo que intere­sa no es la palabra, sino la realidad que expresa esa palabra. Y la realidad es que la presencia de Jesús se asocia a una Bue­na Noticia para la gente, para los pobres, los enfermos, ios pequeños, los últimos. Así, la presencia de Jesús quedó definiti­vamente asociada a la felicidad de los que sufren. Esto es incuestionable.
2.  Jesús puso en marcha este inesperado e increíble proyecto rodeándose de un reducido grupo de compañeros. Eran gente sencilla, trabajadores, hombres con poca formación y con muy escasos medios. Pero aquellos hombres tenían al­go fundamental: se pusieron a "seguir"a Jesús. Seguir a alguien comporta dos cosas:"cercanía"y "movimiento". El segui­miento es acompañar a Jesús. Pero no es solo eso. Es algo más: acompañarlo moviéndose, es decir, no estancados en el pasado, ni siquiera en el presente, sino siempre avanzando hacia un futuro mejor.

3.  Este grupo inicial de seguidores indica, entre otras cosas, que el Evangelio no es un proyecto para individuos solita­rios y aislados. Es, ante todo, un proyecto comunitario que se vive conviviendo con otros, y siendo cada cual para los otros, no para sí solo y para sí mismo. Esto es lo primero que Jesús quiso dejar claro.

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