4º cuaresma jueves


EVANGELIO EN AUDIO: Jn 8, 51-59



1.  Jesús anuncia un mensaje que quien lo acepta y se esfuerza por llevarlo a la práctica, por eso mismo, gozará de una vida sin límites, la vida que, como el amor, es más fuerte que la muerte. Por eso precisamente se trata de una vida con esperanza, es decir, con plenitud de sentido. El sin-sentido, que muchas veces tiene la vida, alcanza por eso una razón de ser que es fuente inagotable de sentido, es decir, de esperanza, que supera el destino inevitable de la muerte.

2.  Pero ocurre que, entre gentes religiosas, suelen abundar quienes se aferran a las tradiciones y costumbres de antes, a lo pasado, a lo antiguo, negándose a aceptar lo nuevo, lo que rompe sus esquemas de pensamiento y sus costumbres de toda la vida. Es lo que les pasó a los fariseos del tiempo de Jesús y lo que les pasa ahora a no pocos cristianos, chapados a la antigua, que no toleran la novedad que les desconcierta, les inquieta y les irrita.

3.  La reacción, en tales casos, suele ser el recurso al insulto, a la descalificación y a la agresión personal. Los fariseos le decían a Jesús que ellos estaban con Abrahán. Por eso se sentían autorizados para decir que Jesús estaba endemoniado. Y hasta llegaron a intentar apedrearlo. La resistencia al Evangelio se puede disfrazar, en nuestro tiempo, de añoranzas por la Iglesia que hubo antes del Vaticano II.

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